Por Ismael Rubio
THE FLASH AND THE FURIOUS EN MANILA, FILIPINAS
Las derrotas del mexicano Ulises “El Archie” Solís y el mexicoamericano Raúl “La Cobrita” Martínez a manos de los filipinos Brian Viloria y Nonito Donaire, han servido para que recordemos que la rivalidad entre México y Filipinas está mas viva que nunca.
Sin ánimo de demeritar las actuaciones de los ganadores del día 19 de mayo en Manila, Filipinas, la apreciación que tuve respecto a estos combates fue que El Arche Solís, que quien para mi es el mexicano que cuenta actualmente con mejores recursos técnicos después de Juan Manuel Márquez, en esta ocasión lució fuera de ritmo, sin soltura en el ring. Pareciera como si le hubiera hecho falta trabajo de resistencia porque antes de entrar al round 10, ya se veía muy agotado y falto de piernas, y aunque trataba de ir al frente en todo momento, su reacción no era la misma como al principio ante los ataques de Viloria, quien se vio en la necesidad de bajar la intensidad exhibida en los primeros rounds, donde llegó a poner en problemas al mexicano, y optó por ser mas cerebral, al encontrarse ante un Archie necesitado de tomar la iniciativa al saberse atrás en las tarjetas; logró lastimarlo en el round 11, poco antes de dibujarle una derecha directa al mentón en forma de gancho que terminó con las acciones, “El Archie” había sido nokeado por el “Hawaiian Puncher”.
En la pelea estelar entre Nonito Donaire y Raúl “La Cobrita” Martínez, pudimos ver una soberbia actuación del “Flash Filipino”, quien estuvo aprovechándose de la falta de experiencia de su rival, que se mostraba con mucho nerviosismo, tal vez por el poder de pegada de Donaire, o por que esa era su primer oportunidad titular. Fue triste ver como “La Cobrita” Martínez se comía las fintas de Nonito y le cedía espacios para que éste pudiera colocar sus mejores golpes, parecía que se le habían olvidado los años de carrera amateur y profesional esa misma noche. El resultado fue un nocaut técnico en el 4to round, Martínez fue depositado en cuatro ocasiones en la lona, ese pleito de ninguna forma fue competitivo.
ALGUNOS ANTECEDENTES
Se percibe una idea del fanático del boxeo, de que los peleadores procedentes de Filipinas le han tomado la medida a los mexicanos, pero históricamente México siempre se ha mostrado superior hasta últimas fechas. Desde los años 30s, los filipinos se han visto seducidos por los dólares norteamericanos, muchos de ellos se establecieron en los Estados Unidos (EEUU), particularmente en el estado de California. Uno de ellos, Ceferino García, el creador del “Bolo Punch”, derrotaría a muchos púgiles mexicanos, como Alfredo Ganoa, David Velazco, Jhonny Martínez, Mike Payan, Eddie Cerda, Al Romero y otra cantidad grande de mexicoamericanos; pero con el que no pudo fue con el legendario Kid Azteca, quien se encargó de propinarle dos derrotas en su trayectoria, aunque debemos agregar que ya casi al final de su carrera vengaría dichas derrotas y terminaría dividiendo con Azteca. Ceferino García fue el primer “devorador de mexicanos”.
Rodolfo “Chango” Casanova era todo un aniquilador de filipinos, llegando a superar a los boxeadores Speedy Dado, Sil Torres, Young Tommy, Little Dempsey y Varias Milling; y aunque perdió en una ocasión contra Speddy Dado y en otra contra Young Tommy, a ambos les logró vencer en par de ocasiones, siendo el triunfador de las dos trilogías. A partir de ese momento se vino el dominio de los peleadores mexicanos sobre los Pinoys (filipinos), y legendarios pesos gallo de los 50s en adelante como Luis Castillo, Ricardo “Pajarito” Moreno, Juan Zurita, Raúl “Ratón” Macías, José Becerra, Rubén “El Púas” Olivares, jamás recibieron una derrota por parte de peleadores filipinos, que en ese lapso sólo consiguieron una victoria resonante cuando el 21 de marzo de 1963, Roberto Cruz se proclamó campeón mundial superligero de la WBA, derrotando al mexicano Battling Torres por nocaut en el primer asalto.
LA HEGEMONÍA DEL BOXEO MEXICANO
Desde finales de los 70s, comenzó la hegemonía de los mexicanos. El 5 de febrero de 1977, el terrorífico nokeador Carlos “Cañas” Zarate, en su segunda defensa del campeonato mundial gallo del WBC, le aplicó un clorofomo al filipino Fernando Cabanella en el tercer round; El 29 de mayo de 1982 Rafael “Bazooka” Limón le arrebataría a Rolando Navarrete el título mundial superpluma del WBC en Las Vegas, Nevada; El mexicoamericano Jaime Garza en Junio de 1983 detuvo la racha de Bobby Berna sobre peleadores mexicanos, nokeandolo en el 2do round y adjudicándose el fajín mundial vacante de peso gallo versión WBA; y Gilberto Román haría lo propio en el 87’ con Frank Cedeño en la ciudad de Mexicali, Baja California, reteniendo el campeonato mundial supermosca del WBC. Qué decir de los demás campeones mexicanos que tuvieron defensas exitosas en contra de filipinos.
El 19 de diciembre de 1990 en la ciudad de Inglewood, California, el esperado gran combate llegaría para los filipinos, Rolando Pascua le aplicó un cloroformo al entonces campeón mundial minimosca del WBC e invicto en 30 peleas, Humberto “La Chiquita” González. Pero pagaría cara su osadía, ya que tres meses más tarde Melchor Cob Castro regresaría a México el campeonato mundial noqueándolo en diez rounds; en 1993 intentó buscar otra corona mundial, pero esta vez el campeón minimosca de la IBF, Julio Cesar Borboa lo sacó de carrera. A finales de los 90s y principios del nuevo siglo, surgió otro filipino, Luisito Espinosa, quien celebró la cantidad de 16 peleas contra púgiles mexicanos, entre los cuales se destacan los nombres de Raúl “El Jibaro” Pérez, Manuel “Mantecas” Medina, a quien le arrebató el campeonato mundial peso pluma del WBC en Japón, Cesar Soto, con quien llevó a cabo dos peleas, la primera ante 300 mil espectadores en el Luneta Park de Intramuros, Filipinas, donde la entrada era gratuita, y años mas tarde en la revancha Cesar Soto le arrebataría la corona mundial. Su marca contra aztecas fue de 9 victorias por 7 derrotas.
Otros resultados agudizarían el avasallante dominio mexicano. Manny Melchor dividiría resultados al ganarle a José Antonio “Jaguar” Aguirre el campeonato mundial mínimo de la WBA, pero perdiendo contra el campeón mundial versión WBC, Ricardo “Finito” López, quien despacharía mas tarde a otros tres filipinos Andy Tabanas, Pretty Boy Lucas y Ala Villamar; Lo mismo le pasaría a Jesús Salud, derrotó a Juan José Estrada en California para proclamarse campeón mundial supergallo de la WBA, campeonato que mas tarde perdería, y en su intento por volverse a coronar se encontró con Marco Antonio Barrera, entonces campeón mundial supergallo de la WBO, quien lo nokeó; Erik Morales retenía el campeonato mundial supergallo del WBC ganando por nocaut en el sexto round en la ciudad de Tijuana, Baja California a Reinate Jamili, a quien Juan Manuel Márquez también noqueó, pero años más tarde; Jorge “El Travieso” Arce liquidaría en combates titulares a Joma Gamboa y a Juanito Rubillar, al segundo en un par de ocasiones. Parecía que los Aztecas no dejaban espacio para el crecimiento de los tagalos, sus boxeadores más importantes estaban siendo aniquilados, pero de cinco años para acá, trás el surgimiento de figuras como Manny Pacquiao y Brian Viloria, los pinoys pintaron su raya, y este par de boxeadores comenzaron a acumular un gran número de victorias sobre mexicanos, hasta que fueron derrotados por Erik Morales y Omar Niño respectivamente. Pero al parecer eso no los detuvo y amenazan con seguir engordando sus records con victorias sobre los nuestros.
(Continuará…)
mayel00@yahoo.com
1 comentario
Sobre la nota de le hegemonia de mexicanos sore filipinos, es cierta, antiguamente cuando un campeon mexicano queria lucirse se enfrentaba a un filipino para no fallarle, chequen los records del raton, olivares, zamora, chucho castillo etc. ahi lo notaran, por lo que respecta a viloria ojo NO ES FILIPINO, hawaii es parte de los E. U. A. y el hasta fue representante en una olimpiada.