Rickart no tiene iguales en el oficio
Si algún personaje relacionado con el boxeo vivió la vida “al ancho de la soga”, o sea, repleta de acontecimientos dignos de un guión cinematográfico, fue George Lewis “Tex” Rickart, que nación en Sherman, Texas, el 5 de junio de 1870.
Rickart, que quedó huérfano desde los 10 años, hizo de todo para sobrevivir en un medio tan hostil, aun para hombres duros, como el Salvaje Oeste: vaquero a las órdenes de un rico ganadero, sheriff de uno de esos pueblitos que reproduce el cine con sus duelos, asesinatos a traición y salones de juego…
A los 17 años se fue a Klondike durante la fiebre del oro y descubrió el preciado mineral en la famosa mina Bonanza.
A Jack Kearns, después manager de Dempsey, lo conoció allí; al novelista Jack London, también, y a un joven ingeniero que llegaría a la presidencia de la Unión: Herbert Hoover.
Con 60,000 en los bolsillos, Rickart abrió un casino de juegos y perdió el dinero cuando varios mineros golpearon fuerte un número con grandes sumas. Entonces se fue a Nome, en Alaska, hizo medio millón y desperdició más de la mitad en reclamaciones de oro sin fundamento.
La próxima parada fue Goldfield, en Nevada, donde puso un hotel con salones de juego. Era 1905 y, para promover la localidad, depositó 34,000 con la finalidad de asegurar la pelea entre Joe Gans y Battling Nelson por el campeonato mundial lightweight.
Rickart le garantizó 34,000 a Nelson y 11,000 al Viejo Profesor en su debut como promotor. El peleador sepia ganó por descalificación en el round 42.
En los inicios del siglo pasado, no era común pagarle una suma considerable a los boxeadores, sino que los promotores les ofrecían una parte de la entrada; pero Tex Rickart estableció el pago y dividendos colaterales, como ocurrió en su segundo gran pleito, entre Jack Johnson y Jim Jeffries, el 4 de julio de 1910, en Reno, para el que les garantizó a ambos pugilistas 101,000 dólares y un % en los derechos cinematográficos.
Pero su etapa más lucrativa fue cuando inició la presentación de las peleas de Jack Dempsey. A la asociación entre el Asesino de Manassas, su manager Jack Kearns y el promotor le llamaron el Triángulo de Oro por las enormes cantidades que generaban.
Cuando Dempsey derrotó a Jess Willard por nocao en Toledo, Ohio, el 4 de julio de 1919, se producía el debut de Tex Rickart como promotor del Ciclón del Lago Salado.
Para la pelea Willard-Dempsey colocó asientos para damas en una sección que llamó “ Jenny Wren” y otra en que instaló a la clase alta, convirtiendo al boxeo en un deporte de concurrencia en la arena y en la taquilla: nacía, de esa forma, la importancia del mundo de Fistiana para la sociedad.
En 1920 firmó un contrato de renta de 10 años por el Madison Square Garden, en donde promoteaba, seis días de la semana, carreras de bicicletas, lucha libre y boxeo en los espacios al aire libre. Los cinco encuentros titulares de Dempsey, durante los próximos siete años, los presentó en la instalación con 8 millones engrosados entre todos. Así nació al boxeo el nombre de la más famosa y legendaria arena de todos los tiempos.
Entonces, respaldado por varios millonarios inversionistas, construyeron el “nuevo Garden” (1925-1968) y fundó una nueva franquicia de hockey: los New York Americans, adscrita a la Liga Nacional de esta disciplina.
A Tex Rickart se le agradece el desarrollo del interés por el boxeo, su despegue hacia la cumbre preferencial del fanático hasta hace 20 años, en que lo ha visto reducido por, precisamente, el mal de fondo que supone un promotaje dispuesto solo a timar al público, por la vía del fraude y con ayuda de la televisión, en niveles nunca antes vistos.
El artífice sin igual en la faena sentó las bases del negocio millonario en el boxeo, a partir de la promoción de muchas de las más grandes batallas del ring conocidas, convirtiendo al pugilismo en campo de ganancias fabulosas para quienes se ven envueltos en la función.
Tex Rickart ha sido, sin discusión, el más grande y el más influyente promotor en la historia del noble y gran deporte de combate.
El 5 de julio de 1929, en Miami, mientras hacía arreglos para presentar a Young Stribling contra Jack Sharkey en pelea de peso completo, falleció Rickart por complicaciones de una operación de apendicitis.
Por su importancia para el sector boxístico fue instalado, desde la década de los 50’s, en el Salón de la Fama de este deporte.
7 comentarios
Wuuaauu Interesante nota, Muy buen reportaje Pascual estos si son datos historicos muy interesantes,, Saludos…
Gracias al promotaje el boxeo ha mejorado y empeorado a la vez,mejor audiencia y peores peleas…xDDD
SUPER INTERESANTE, ESTOS SON LOS REPORTAJES QUE APORTAN A UNO, Y NOS ALIMENTAN CULTURALMENTE EN EL DEPORTE QUE TANTO AMAMOS.
FELICIDADES POR LA NOTA.
AHORA LOS PROMOTORES SON EX PRESIDIARIOS Y FARSANTES COMO EL ANCIANO DECREPITO BOB ARUM, CON SU FRAUDULENTA FILIPINA MUJER BARBUDA, ENANA Y DOPADA PACQUIAO, ESTE FENOMENO DE CIRCO CON EL QUE EXPLOTA EL MORBO DE LOS NEOFITOS, DESPISTADOS Y TRAVESTIS, PERO ARRIBA SINALOA, SONORA Y BAJA CALIFORNIA, PURA TAMBORA, BACANORA, DAMIANA Y CACHANILLA
Y no te olvides del queridisimo viejo convienenciero de Sulaiman paisano Cachora…Por miles o millones hoy un promotor puede mandar a la carniceria a un boxeador, y a su vez el boxeador, despojarse de su integridad física y dignidad por llevarse una rebanada del pastel, un ejemplo reciente Margayrito vs Pacquiao…Saludos a todos compas
gran nota, este tipo de notas se le agradecen a pascual, pero cuando comienza con sus ideas politicas ya no me agrada.
¿Cómo qué “no son notas para ustedes”? Si estas cómo colaborador de soloboxeo y te defines como periodista, tendrás que atenerte a las críticas de los lectores. Escribes para un medio público para dar información y te involucras en los comentarios, das tú opinión (como “detengan ese combate o el chino lo mata”) e incluso te he visto faltar el respeto a varias personas en el chat. Es tu trabajo y pienso que si te pones delante del toro es por vocación y debes estar al nivel que exige dicha labor. Creo que todos, más o menos neófitos (te crees mejor que todos), podemos opinar que es la finalidad de este chat. Ahora me descalificaras, pués es tu estilo, cuando lo que debieras hacer es un poco de autocrítica. No es por faltarte el respeto (de hecho, desde que leo tus artículos, te admiro) no obstante tendrías que estar por encima de ciertos comentarios. Como este, para dejartelo fácil. Un abrazo desde España de un fan del boxeo.