Pedro Romero Sánchez
Por sistema, en mis visitas profesionales a la Capital de la Isla de Gran Canaria, cuando puedo procuro verme con los amigos. Especialmente con los que al igual que yo adoramos el boxeo.
Hace unos días en una de nuestra informal tertulia, comentábamos algunos de los últimos acontecimientos ocurrido dentro y fuera de la Isla referente a este noble arte y es como para escribir una docena de libros. A ver si animamos a mi admirado, D. Antonio Salgado Pérez, maestro donde los haya, y que dispare su pluma (hoy con el teclado) sobre las sanguijuelas, ineptos y manipuladores que tanto daño hacen a este deporte.
Entre los variados temas que me contaron fue sobre la historia de un pícaro y avispado elemento venido de pa´fuera, gallego él, para más señas. Este pájaro, nos llegó presumiendo de titulaciones varias encontrándose en esta colonia a multitud de gente que abobados con su piar, no sólo le abrían las puertas de gimnasios sino que hasta logró la de la propia Federación Insular cometiendo tal cantidad de pufos, como para presentarlos en un juzgado de guardia.
Sin embargo, al ver que las puertas se le han ido cerrando, nuestro hombre ha emprendido una guerra particular o venganza personal contra todo lo que representa el boxeo canario. Desde tratar de influir sobre un conocido promotor aconsejándole el no respetar las medidas federativas obligatorias para montar una velada, hasta el dedicarse a visitar los gimnasios y/o clubes, animando a preparadores y boxeadores a pasarse a otra bandera federativa y tramitar las licencias alegando entre otras cosas: SER MAS ECONÓMICAS, en referencia a la Federación la Balear. No es de extrañar que esta lumbrera prefiera presentar su especialísimo currículo en cualquier otro lugar antes que en su tierra, ya que en su caso, la morriña o saudade de Galicia natal están reñidas con algunos “especialistas” en dermatología.
Apuntaba un compañero tertuliano la noticia que últimamente se dedica a pasearse por Centros de Acogidas a “recolectar” inmigrantes subsahariano con posibilidades de convertirlos en boxeadores. ¡Recoño! A este hombre blanco sólo le falta el sobrero salacot, un fusil, el jeep tapizado con piel de tigres y el traje de cazador africano.
En una cosa casi coincido con este almacenador de títulos galácticos entre los que se encuentra el de traductor de libros en ruso, y es que, la Federación de Gran Canaria no puede seguir a remolque de la “chicharrera”, que no Autonómica. Gran Canaria debe tener su propia Federación. Sobre todo porque es en esta Isla de Gran Canaria donde más y mejores veladas se están montando y para colmo tener que sufrir los desmanes de todo tipo de la llamada autonómica, cuando se sabe con certeza que es la chicharrera la que maneja los hilos.
En próximo escrito opinaré sobre las ineptitudes organizativas del equipo que gobierna la Federación Española de Boxeo. Su sistema democrático electoral. El conocer y ver publicadas sus cuentas financieras, así como a cuanto asciende las subvenciones del Ministerio correspondiente. O es un misterio, en vez de ministerio.
Pedro Romero Sánchez
Satautey – 22.04.2011
Gran Canaria