Por Miguel Angel Collado – Voces del Cuadrilátero
Después del dislate ocurrido el último viernes en el Parque Angel Larrea, en el que el público asistente fue nuevamente estafado, ya que se anunció con bombos y platillos un “desafío pampeano” que terminó siendo una “riña de personas” a media luz y sin el menor atisbo de seriedad cual si fuera un burdel de los arrabales porteños a principios del siglo pasado, otra situación nos vuelve a sorprender. La Comisión Municipal de Boxeo a través de su presidente manifestó a quien lo quisiera escuchar que el promotor del espectáculo, Wilfredo Vilches se comprometió a hacer llegar la habilitación de la Federación Argentina de Box (FAB) para el pugilista Job Roberto Joel Mazeo, pues su licencia había sido cancelada temporariamente hasta el 12 de febrero del corriente año.
Reglamentariamente ese fue el error inicial pues si existe alguna duda respecto a la vigencia de la licencia de un boxeador, la Comisión Municipal debe hacer la consulta a la FAB para que determine si el púgil está o no en condiciones de combatir y en caso de no existir respuesta, automáticamente debe rechazar el desarrollo de la pelea, no llevar a cabo el pesaje del los púgiles, comunicar fehacientemente la decisión y de ninguna manera permitir el inicio del evento.
Nada de ello ocurrió, es más el propio Roggero, presidente de la CMB le expresó al programa La Voz del Deporte, a través de radio LA RED PAMPEANA, que fue sorprendido en su buena fe por Vilches, porque esta práctica antirreglamentaria se había llevado a cabo en otras ocasiones y nunca hubo problemas.
Sin embargo con el festival en pleno desarrollo aún se aguardaba la llegada de un fax con la autorización de la FAB para Mazeo, una comunicación que nunca llegó pero ya era tarde, el bochorno era indetenible.
No deja de llamar la atención que se aguardara la habilitación por parte de la FAB para el piquense cuando en realidad durante su carrera como boxeador rentado solamente en 3 ocasiones peleó bajo las reglas del ente madre del boxeo argentino, mientras que en al menos 11 ocasiones lo hizo bajo la fiscalización de la Comisión Mundial de Pugilismo (WPC) un organismo al que recurren en su mayoría los boxeadores cancelados por bajo rendimiento, cuestiones médicas, retirados de la actividad o aquellos que por cuestiones de edad ya no pueden practicar un deporte de riesgo como el boxeo, para poder continuar incorporando unos pocos pesos a su bolsillos.
Según obra en nuestro poder, durante la semana pasada y sin que la Comisión piquense lo solicitara, le llegó una comunicación de la ignota WPC donde se les comunicaba que ante las informaciones de prensa que anunciaban a Mazeo para pelear con Miguel Cobas el viernes 11 en nuestra ciudad, se le comunicaba a las autoridades que el boxeador local no estaba habilitado pues adeudaba estudios médicos ya que había sufrido una serie de derrotas por la vía rápida que así lo aconsejaban.
Este interés no hubiera estado mal, es mas hubiese sido para destacar si no fuera que en nuestra ciudad, desde el año 2008 en adelante, en la mayoría de las veces con el aval de la Comisión Municipal de Boxeo, se ha permitido pelear a boxeadores que habían sido cancelados por bajo rendimiento, por falta de estudios, con otras identidades, burdas patrañas como hacer pelear a un hombre al que se presentó como Roberto Iturra pesando 71 kg. cuando el peso máximo en su carrera fue de 59 kg. lo peor del caso es que un año después volvió “el otro” Iturra para pelear con 57,500 kg..