CMB – El Consejo Mundial de Boxeo otorgó un cinturón de campeón honorífico a Iwao Hakamada, ex boxeador japonés condenado a muerte y puesto en libertad el 27 de marzo después de 48 años en prisión.
El presidente del WBC, Mauricio Sulaimán, entregó el cinturón a la mayor de las hermanas del ex boxeador, ya que Hakamada se encuentra en recuperación en un hospital.
Hakamada, durante el juicio y sus años de prisión, siempre declaró su inocencia. Varias organizaciones humanitarias presionaron para que se hiciera justicia.
El WBC se unió con gran pasión al movimiento “Liberen a Hakamada Ahora!” Y durante la convención anual de 2013 en Tailandia, se recaudaron cientos de firmas de apoyo, seguido por miles de firmas de todo el mundo a partir de la comunidad del boxeo y familia del WBC.
Comunicado Amnistía Internacional antes de su liberación.
Iwao Hakamada es el preso que más tiempo lleva en el corredor de la muerte en todo el mundo. Fue condenado a muerte en 1968 tras ser declarado culpable en un juicio injusto del asesinato del jefe de la fábrica donde trabajaba, su mujer y sus hijos. Iwao confesó su culpabilidad tras ser interrogado durante 20 días, sin contar con la presencia de un abogado. Más tarde se retractó y declaró que fue golpeado y amenazado por la policía para que firmara la confesión. Al parecer, algunas pruebas presentadas en el juicio adolecían de deficiencias: la ropa manchada de sangre que se encontró en la fábrica era demasiado pequeña para que fuera de Iwao, la puerta por la que se afirmó que había entrado en la casa estaba cerrada con llave y el cuchillo que se utilizó era demasiado pequeño para causar heridas mortales.
Desde entonces, y como consecuencia de los 43 años que lleva recluido, algunos en régimen de aislamiento, Iwao Hakamada padece una enfermedad mental. Le está prohibido hablar con otros presos o ver la televisión, entre otros beneficios personales. El riesgo de ejecución es constante a menos que reciba el indulto del ministro de Justicia o se le conceda la celebración de un nuevo juicio.
Japón es uno de los dos países altamente industrializados que mantienen y aplican la pena de muerte (el otro es Estados Unidos). Los presos son informados de la ejecución el mismo día y sus familiares después de la misma. El método utilizado es la horca. Actualmente hay en Japón más de 100 personas condenadas a muerte. Todo el sistema está rodeado de un gran hermetismo.
El caso de Iwao Hakamada es el mejor reflejo de cómo la pena de muerte puede ser la peor de las torturas. Diversos órganos y mecanismos de la ONU han determinado que, en ciertas circunstancias, la angustia de estar condenado a muerte, las condiciones de reclusión y el secreto que rodea al uso de la pena de muerte constituyen trato cruel, inhumano y degradante, algo que el derecho internacional también prohíbe.
1 comentario
me da muchas ganas de investigar sobre el tema si hubo una injusticia con este hombre y desde ya como cristiano estoy totalmente en contra de la pena de muerte