Por Andrés Pascual
Dicen que Tyson Fury (27-0, 19 KO’s), está loco, pero nadie ha oído que se machaque los testículos a cada rato con un martillo…temperamental sí es; tampoco, hasta donde sé, ha intentado suicidarse.
El tipo es díscolo, dos estados por debajo de loco, porque loco es ezquizofrénico y él no es un individuo que escuche voces que le dicten qué hacer, por lo general cosas feas que afectarían a la sociedad o a alguien en particular.
Pero es boxeador, le ganó a Wladimir Klitschko la versión OMB y FMB superheavy y subirá hoy contra el americano Deontay Wilder por la versión del CMB, que atesora el hombre que sometió dos veces a Stiverne.
Después de ganarle las fajas al ucraniano no las expuso y no trataron de concertar una revancha, a lo mejor porque su inestabilidad emocional ha impedido que encuentre la forma sicológica para combatir con éxito (sin demonios acechantes), por la diadema que poseyó.
Después hizo dos peleas sin contrarios de clase, pero esta noche tratará de adjudicarse la más grande posible después de ganarle a Klitschko, porque, hoy por hoy, a pesar de su pobre defensa, de su estilo feo y de su boconería, lo mejor de esa división es Wilder, que tiene punch con el jab y pega muy duro con la derecha, al extremo de ser capaz de derribar a boxeadores asimiladores.
Wilder tiene 40 peleas ganadas en igual número de combates y ha noqueado a 39, palmarés impresionante; entre sus victorias, 7 exposiciones de la faja, todas ganadas por nocao o un similar.
Tyson Fury es peleador desordenado defensivamente, baja las manos durante mucho tiempo y golpea caminando, se mueve a veces sin sentido de la caminata del ring, a veces intenta bailar, a veces es un blanco fijo; es un tipo corajudo y hoy le van a dar para probarle definitivamente su capacidad asimilativa.
Si lograra hacer lo que Luis Ortiz, es decir, que golpeó a Wilder hasta que el americano se puso bravo y ordenó las cosas, habrá hecho un gran pleito, de todas formas, y es mi manera de verlo, posiblemente después de esta pelea el gitano quede loco de verdad…