Día: 9 de marzo de 2019

Por Andrés Pascual A través del tiempo, la derrota sorpresiva, como escriben o hablan cuando cae un favorito, se ha convertido en plato de lujo del pugilismo; en los últimos años, la mano de patadas que le dio el Chino Maidana a Adrien Broner (víctima también de Mikey García), se mantiene como ejemplo magnifico de la aseveración. Sin embargo, para un “opinador fanático” común y corriente, o para el profesional del sector, sorpresiva debiera ser cualquier victoria en que creyó que no ganaría quien el referí le levantó el brazo; o el que logró anestesiar al “favorecido por cuenta propia”, pero, para ser justos, todas las peleas tienen la categoría de sorpresa para quien pensó que ganaría el suyo y no pudo. El boxeo tiene aristas bien definidas para poder analizar con justicia el posible resultado: es tan importante asimilar como pegar duro, se puede ganar sin power-punch; pero es un riesgo de 12 rounds, un handicap en contra boxear sin resistencia al golpe; aventaja quien sea un cirujano del ring, por lo tanto que pueda convertirse en torero del cavernícola que emula al toro por muy fuerte que sea. El “aire” que posibilite la fuerza para golpear con potencia y continuado en las postrimerías del combate y la velocidad general, muy importante para atacar y/o evadir el castigo, sobre todo cuando el pleito se acaba; a tener en cuenta los últimos dos rounds por lo que influyen en el criterio judicial de una pelea apretada que llegue al límite, porque es la última imagen de los jueces sobre la confrontación. En los anales de Fistiana muchísimos resultados se contaminaron por un buen último round de forma irregularmente injusta; es decir, robándole la victoria a un peleador, bajo opción tan emocional como miope o de mala memoria ante la mayoría de los diez u once asaltos previos. Al caso Mikey García contra Errol Spence jr, existen factores que la pudieran colocar en el plano de desenlace sorpresivo si ganara el hermano de Robert: el californiano es valiente, es fuerte, aporreador sin nocao punch (anestesia lograda con un solo golpe, si acaso dos), tiene habilidades, instinto homicida, ha pasado del 7mo. round ¡11 veces! Mikey tiene un bonito récord invicto de 39-0, 30 KO's, mide 5'6 y su alcance es de 173 cms según BOXREC. Lo avalan 214 rounds de actividad profesional. Al modo mío de verlo, se incluye por méritos propios entre los 5 mejores boxeadores l x l de la actualidad. Campeón Mundial lightweight del CMB a los 31 años de edad. Sin embargo, de alguna forma pudiera sufrir la manera como se ha desempeñado hasta hoy, porque subirá dos divisiones hasta la welter y su oponente en la pelea por la faja de las 147 lbs de la FIB, como se conoce, es zurdo y no un zurdo cualquiera, sino Errol Spence jr, a quien consideran fenomenal los eruditos; al extremo de que, si me guío por lo que se escribe y habla sobre el descendiente de jamaicanos, tal vez integre el trío de ases de lo mejor l x l. El zurdo Spence jr tiene récord de 24-0, 21 KO's, 96 rounds de trabajo profesional, mide 5'9 y medio y su alcance es de 183 cms; un gran boxeador en el sentido artístico del término, que ha pasado del 7mo. solo dos veces y en otra ganó por nocao en ese capítulo. ¿Sorpresivo si ganara Mikey García? A mi juicio sí, pero, por lo goloso que se muestra cada vez que pelea, porque no hace nada que contradiga lo que debe hacer cada vez en el ring, a pesar del handicap en contra de estatura y alcance, a Mikey hay que analizarlo con el cuidado que merece un gladiador que sabe qué hacer ¡Y LO HACE! Si Spence jr gana, pues sería más de lo mismo otra vez con la victoria del favorito; pero, si se impusiera Mikey...claro, hablamos de sorpresas, consideradas tales si suceden. A fin de cuentas será un pleito forzado, porque el zurdo es natural del peso y el de origen mexicano una cañoña; sobre todo se debe tener en cuenta la velocidad de Mikey, si la mantiene, si el esfuerzo no le afecta la rapidez del desplazamiento ni el aire.