Esta fue la expresión utilizada por el padre de T. López el pasado fin de semana para animar a su hijo en el minuto de descanso entre round y round.
Yo lo oía absorto y me preguntaba “¿pero qué dice este hombre?”. Lógicamente, entiendo que el padre de Teófimo trataba de animar a su hijo que peleo con valentía y bravura pero con poca inteligencia.
El ex campeón hizo lo que pudo ante un rival que se sirvió de una estrategia superior y de un cardio excelente.
Esta serie de errores con los que Teófimo confrontó a Kambosos refuerza la importancia que tiene el trabajo de la esquina. Eche en falta otro tipo de apreciaciones estratégicas. Recuerdo el último combate de Gervonta Davis frente a Mario Barrios y como Mayweather le gritó desde abajo que estaba perdiendo el combate. Fue una apreciación clara que hizo que Tank cambiara su actitud y fuera a por un rival al que acabó noqueando.
Más recientemente vimos que en el combate entre Mickey Garcia y Sándor Martin, el ex campeón mundial declaró que estaba convencido de ir ganando el combate.
Y claro que estaba convencido de ello, no obstante ¿nadie en su esquina se percató de que estaba perdiendo?.
La estrategia de Ali contra Foreman, los ajustes técnicos de Mayweather Jr. en cada uno de sus combates, de Gatti frente a Ward en el segundo y tercer combate. Así se ganan las batallas, con preparación e inteligencia.
La motivación es básica, pero por encima de eso está la percepción de la realidad.
Marcos Nogueroles Hernández