Los dos hicieron historia: Rafael Espinoza y Devin Haney que vencieron y le arrebataron los títulos a Robeisy Ramírez y Regis Prograis respectivamente. Pero el mexicano se robó la noche. No es para menos. Llegaba 1-10 en todas las predicciones, al mero patio enemigo y con la obligación de dejar todo en el ring ante un rival que solo buscaría noquearlo.
Lo del ‘Divino’ fue una actuación para encuadrarla en la mejor épica mexicana. Dejó la piel y el alma en cada arremetida, se recuperó de una caída brutal, sobrevivió a un terrible séptimo asalto y sacó energías del alma para llevarse por delante a Robeisy en el tramo final hasta conseguir ponerlo en la lona en el último asalto.
Espinoza lanzó 995 golpes, su volumen fue monumental, superando a su rival en 3-1 en golpes lanzados. Impresionante. Ganó sin discusión, pero las tarjetas estuvieron tan ajustadas, que si no consigue esa caída, no hubiera ganado. A lo sumo, habrían terminado empatados. Y conste no fue batacazo, el mexicano ganó porque fue superior.
Ya en San Francisco, Devin Haney ganó sin drama a Prograis, al que literalmente llevó a la escuela. En el video mi primera mirada a las dos peleas del sábado.