Día: 25 de abril de 2024

Ryan García es uno de los boxeadores más comentados de nuestro tiempo. El estadounidense de 24 años llama la atención no sólo por sus impresionantes victorias en el ring, sino también por sus no menos llamativas travesuras fuera de él. Borracheras, declaraciones extrañas, provocaciones hacia los rivales: todo esto se ha convertido en parte integral de la imagen de García. Pero, ¿qué se esconde detrás del comportamiento loco del joven talento: una campaña de relaciones públicas bien pensada o problemas mentales reales? Vamos a resolverlo. Las locuras de García: de extrañas declaraciones a un pesaje desastroso La lista de travesuras escandalosas de Ryan García es impresionante. En las conferencias de prensa previas a las peleas, o se dirige durante mucho tiempo a Jesús o insulta groseramente a sus oponentes. En un momento, García incluso dijo que se identificaría como mujer y demandaría a su rival Devin Haney por empujarlo al techo de un rascacielos. Por cierto, la forma más sencilla de seguir sus peleas es mostbet descargar. Ryan García Las otras declaraciones de Ryan no parecen menos extrañas. Luego habla de la existencia de un tal Bohemian Grove, donde supuestamente fue rehén y donde vio violencia contra los niños. Eso predice un terremoto que destruirá Hollywood y Las Vegas. Desafía al campeón de UFC Sean O'Malley a una pelea y exige un contrato con la promoción a Dana White. Pero el colmo de la locura fue el comportamiento de García antes de la pelea con Haney. Ryan falló en el pesaje, mostró un exceso de 1,5 kg y perdió parte de su tarifa. Además, lo más impresionante no fue ni siquiera el fracaso en sí, sino la confianza con la que el boxeador bebía cerveza justo en la balanza. Y después de su victoria sobre Haney, García incluso admitió que antes de la pelea bebía y fumaba todas las noches, y en las redes sociales aparecieron imágenes de él divirtiéndose rodeado de chicas. ¿PR calculado o problemas reales? No es sorprendente que, en el contexto de tales payasadas, muchos estuvieran seriamente preocupados por la salud mental de Ryan García. El padre de Devin Haney le aconsejó que fuera a una clínica psiquiátrica y el promotor Eddie Hearn habló directamente sobre los problemas de salud mental del boxeador. El propio García incluso tuvo que someterse a un examen para obtener autorización para pelear. Ryan García derriba a Devin Haney ¿Pero quizás detrás de toda esta locura se esconde un cálculo frío y un deseo de atraer la máxima atención hacia uno mismo? Después de todo, con sus impactantes declaraciones y acciones, Ryan García definitivamente logró lo que todos hablan de él, desde los fanáticos comunes hasta los expertos del boxeo. Y la victoria sobre Haney, a quien muchos consideraban el claro favorito, sólo fortaleció la reputación de García como un peleador impredecible y peligroso. Sin embargo, incluso si la locura de Ryan es sólo parte de una imagen bien pensada, no se deben subestimar los riesgos que plantea tal comportamiento. El alcohol, la marihuana, el exceso de peso: claramente no son los mejores compañeros para un atleta profesional, ni siquiera para uno muy talentoso. Y cuanto más avanza García en sus travesuras, mayor es la probabilidad de que en algún momento cruce la línea, por lo que podría dañar gravemente su carrera y su salud. Por ahora, solo queda ver la próxima locura de Ryan García y preguntarse quién está frente a nosotros, un actor brillante que crea hábilmente entusiasmo en torno a su persona, o un verdadero loco que se deja llevar demasiado por un juego peligroso. Esperemos que el joven boxeador pueda encontrar el equilibrio entre impactante y profesionalismo y no desperdiciar su enorme talento. Después de todo, definitivamente tiene algo de los genios del ring del pasado: la misma imprevisibilidad, carisma y capacidad de sorprender. Pero para ser verdaderamente grandioso, Ryan García necesita aprender a mantener sus demonios bajo control. De lo contrario, corre el riesgo de permanecer en la historia no como un campeón, sino como otro loco que mostró grandes promesas, pero las enterró él mismo.