Canelo no renunció a la FIB, no quiere ni puede soltar ese título. Por ello pidió y obtuvo una prórroga para la subasta de la pelea ordenada contra William Scull.
El negocio bajo su condición de indiscutible lo exige, sin títulos no es nadie y por más que alguna vez haya dicho que ‘no le pueden exigir nada’, la FIB le mostró que hay quien sí le puede exigir. Por esa razón, cómo siempre ha sucedido a lo largo de toda su carrera, Canelo ha regresado a los escritorios a negociar para empezar a lograr los buenos resultados en donde los resultados se negocian ¿Cómo será la historia esta vez?
¿A quién o quiénes deberá pagar el “hazte a un lado” para proteger sus próximos grandes negocios en septiembre y en diciembre?
Lo analizamos sin filtro en este nuevo video.