Por el profesor: Roberto Quesada.
Últimamente muchas cosas han cambiado en el BOXEO. El mantenimiento de las gyms ha mejorado notablemente, la tecnología ha contribuido a desarrollar equipos de entrenamiento y de competición, de gran nivel, las reglas del BOXEO se han modificado bastante y hasta la táctica del combate ha variado. Pero lo que no ha cambiado es el enfoque psicológico de los grandes BOXEADORES.
Los grandes campeones de todas las épocas, han cimentado sus entrenamientos y competencias, sobre un gran amor al BOXEO. Muchos de ellos, llegaron inclusive a sobreponer el BOXEO a sus propias familias. Nunca ha sido el dinero ni la fama lo que los ha guiado – aunque eso puede haber llegado como consecuencia- sino el amor y el placer que han sentido por el BOXEO.
El profesor Roberto Quesada lo considera un atributo imprescindible para llegar a ser CAMPEÓN porque, según dice, es ese amor el que hace posible que el sacrificio del entrenamiento no se sienta como tal.
Los CAMPEONES son gente con una mentalidad altamente positiva, tanto dentro como fuera del campo de ring. Tienen una seguridad que a veces puede ser confundida con arrogancia. Aprenden de sus errores, pero no se critican ni flaquean a causa de ellos. Sus pensamientos son mas bien del tipo “Hazlo” y no del “cuidado, no lo hagas”. Su motivación esta orientada a alcanzar el éxito y no a evitar el fracaso. Luego de fallar un golpe o una combinación de golpes, el enojo dura poco tiempo, saben perdonarse, y en el próximo golpe, su mente ya esta preparada para el siguiente desafío.
La seguridad es fácil de definir pero a veces difícil de llevar a la practica. Es la confianza en uno mismo y en sus habilidades, para llevar a cabo una defensa, bajo difíciles condiciones. La seguridad se va construyendo en cada golpe bien ejecutado. Luego, la repetición, da a la mente la fijación de esos movimientos, y ordena lo que se debe hacer. Con el tiempo nos convertimos en pilotos automáticos peleando con instinto y entusiasmo.
Pero el problema surge cuando los pensamientos empiezan a dominar en el combate. A veces pensamos demasiado en vez de confiar en que lo podemos lograr. Algunos influyen de manera positiva, sin embargo otros repercuten la ejecución de un golpe, al trasmitir inseguridad, desconfianza y duda.
Un CAMPEÓN puede equivocarse, pero nunca duda. Gracias a esta actitud positiva, que da seguridad, el BOXEADOR puede tornarse agresivo bajo presión y así lograr buenos resultados.
En los momentos decisivos parecen tener una actitud que sobresale de los demás boxeadores. Es lo que se podría definir como una cierta presencia. En algunos como en sus tiempos fue Mike Tyson, se puede apreciar por la intensidad de la mirada. En otros como Oscar de la Hoya y Lenox Lewis, por la fuerza de la personalidad.
El poder intimidar y presionar en la ring también es difícil, sobretodo en un deporte donde hay contacto físico a manera de “agresión”.
Esto es debido al estado de la mente mas que al miedo de un cuerpo fuerte. El BOXEADOR que Confía que puede controlar un combate, no va a permitir que otro boxeador, pueda imponerse a su voluntad de poder definir una pelea. Como dice el profesor Quesada, el BOXEO no es una cuestión de tamaño y fuerza sino de destreza, inteligencia y garra.
Un espíritu competitivo lleva a desarrollar mejores habilidades, y a entender que lo que hemos hecho, ya esta bien.
Verdaderamente, a veces, son mas los errores que los aciertos, pero estos, no deben permitir que la mente quede fijada en ellos, el estado defensivo comienza a sufrir deformaciones que tratamos de arreglar con parches, cuando el problema esta en otro lado, en la mente.
Frecuentemente he escuchado a BOXEADORES decir “Si vengo boxeando mal, empiezo a salir del combate, y pensar que me tengo que recuperar. Me paso de revoluciones y pienso que tengo que hacer bien”. No hay que pensar en lo que se debe hacer en los próximos rounds. Esto provoca ansiedad y se combate acelerado, cambiando el objetivo de la pelea por el del resultado. Nadie esta a salvo de desagradables sorpresas que aparecen en el momento menos esperado.
Aceptarlos, permite recuperar el ritmo y la concentración necesaria, y se debe saber transformar esa situación de alarma, en un hecho circunstancial.
La psicología en el BOXEO va mas allá que la exactitud de un movimiento ofensivo, de un movimiento de ataque o la técnica de defenderse en el ring. Significa seguridad, pensamientos claros y entendibles, poder dominar las voces internas negativas, la capacidad de retomar golpes exitosos del pasado, olvidarse de un mal movimiento y saber sobreponerse a ellos recuperando la concentración de la pelea.
La preparación psicológica debe ser un elemento mas del entrenamiento, para que el BOXEADOR pueda mejorar su rendimiento, adaptado a sus necesidades y circunstancias ayudando al boxeador a visualizar el éxito, en un clima de diversión y amor al BOXEO para poder alcanzar un BOXEO de excelencia.
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