RQ BOXING INSTITUTE por el profesor: Roberto Quesada
Esta conferencia como siempre es para todos; sin embargo desearía hoy que tuviera como máximos lectores a los entrenadores y boxeadores; la dupla directa mas importante en el boxeo, ya sea amateur como profesional ,en lo que respecta a la competición.
Han ocurrido algunos casos lamentables de lesiones irreversibles, incluso de muertes en los últimos tiempos recientes y me atrevo a señalar, categóricamente que las autoridades boxísticas,(PROMOTORES,MANAGER Y COMISIONES) no tienen ninguna responsabilidad y soy testigo de las exigencias, que se hacen cumplir, para que un boxeador vaya a una pelea en perfectas condiciones y eso es avalado, por pruebas medicas que se realizan obligatoriamente antes de cada combate. Sin embargo a veces por el afán de ganar dinero y/o por el afán de competir algunos entrenadores en contubernio con boxeadores inescrupulosamente caen en el “delito deportivo” de rebajar de peso sin ningun cuidado para la salud de los principales protagonista en el boxeo:los boxeadores.
No tengo pruebas que digan, que la rebajada de pesos en el boxeo, es la causa principal de los problemas vinculados a las muertes y lesiones irreversibles en el boxeo; para eso estamos haciendo un trabajo detallado ,para darlo a la luz mas adelante; pero por ahora quiero que todos,especialmente entrenadores y boxeadores lean esta conferencia.
DOPING: SI SE USAN DIURÉTICOS EN EL BOXEO, USTED ESTA COMETIENDO UN CRIMEN.
LOS DIURÉTICOS
Los diuréticos son drogas cuyo efecto sobre el organismo -concretamente sobre el riñon- es aumentar la excreción de orina. Esto lo consiguen en general aumentando la eliminación renal de cloruro de sodio, al que sigue pasivamente, por un mecanismo osmótico, el agua. En fin, el resultado de la acción de estos fármacos es incrementar la pérdida renal de sal y agua, produciendo un aumento de volumen de orina, con la consiguiente pérdida de peso. Es importante tener en cuenta que la disminución de peso conseguida con la ingesta de diuréticos es proporcional y dependientes de la depleción de cloruro de sodio que los mismos inducen y que como efecto indirecto de esto se produce una disminución de la tensión arterial. Otro dato a destacar es que, salvo algunas excepciones que posteriormente comentaremos, producen una pérdida de potasio de importantes consecuencias sobre la contracción de músculo cardíaco y esquelético.
Existen varios tipos de diuréticos, agrupados en las siguientes familias: diuréticos potentes (tipo Furosemida), tiazidas (tipo Hidroclorotiazida), inhibidores de la Anhidrasa carbónica (tipo Acetazolamida), mercuriales (tipo Mersalil) e inhibidores de la Aldosterona (tipo Espironolactona).
Los de este último grupo no actúan directamente sobre la función renal, pues basan su efecto diurético en inhibir la acción de la hormona Aldosterona, cuya función es disminuir la excreción urinaria de sodio y agua, a la vez que aumentan la pérdida de potasio. Estos diuréticos consiguen un efecto de depleción de agua y sal sin inducir pérdida de potasio.
Estamos hablando de unas drogas ampliamente utilizadas en la práctica médica, pero que a causa de sus frecuentes efectos secundarios , su uso debe ceñirse a sus indicaciones terapéuticas. Estas, a grandes rasgos, pueden resumirse en las siguientes:
Hipertensión arterial.
Insuficiencia cardíaca congestiva.
Edemas de origen cardíaco, renal y por obstrucción mecánica periférica.
Edemas gravídicos.
Ascitis de la cirrosis hepática.
Hiperaldosteronismo secundario (inhibidores de la Aldosterona)
Glaucoma (Acetazolamida)
EL DOPAJE CON DIURETICOS
Estos fármacos se encuentran incluidos en la lista de sustancias dopantes prohibidas elaboradas por la Comisión Médica del COI,y de todas las federaciones deportivas profesionales. En esta lista se incluyen:
-Acetazolamida – Acido etacrínico – Amilorida – Bendroflumetiazida – Benzitiazida- Bumetanida – Canrenona – Clormerodrina – Clortalidona – Diclorfenamida – Espironolactona – Furosemida – Hidroclorotiazida – Mersalil – Triamtereno – Sustancias similares.
La inclusión de los diuréticos como sustancias prohibidas fué condicionada al haber sido utilizados con una finalidad clara de causar fraude en competiciones deportivas. Nos referimos concretamente al uso de los diuréticos en los deportes en que se establecen categorías por pesos ( el boxeo es uno de ellos) para lograr una disminución artificial del mismo y así lograr competir en categorías de pesos inferiores y por otro lado a su uso, con la intención de impedir la detección de otras sustancias dopantes en los controles de orina, reduciendo la concentración de las mismas en las muestras al conseguir la producción de una cantidad elevada de orina.
En las estadísticas ofrecidas por los laboratorios de control de dopaje de todo el mundo, los diuréticos representan tan solo el 1 % de los positivos.
EFECTOS SECUNDARIOS
Nos encontramos ante unos fármacos capaces de producir diversos tipos de efectos secundarios, algunos de los cuales pueden tener importantes consecuencias de ocurrir en una persona sometida al ejercicio físico intenso ( para obtener resultados en el boxeo contemporáneo, el entrenamiento tiene que ser intenso). Tales efectos adversos, con diferente manifestación en los distintos grupos de diuréticos, pueden resumirse como sigue:
Alteraciones hidroelectrolíticas: son los más frecuentes e importantes efectos secundarios. Incluyen deshidratación, disminución del sodio, potasio y magnesio sanguíneos, así como alcalosis (aumento del pH sanguíneo) por pérdida de ión cloruro.
Alteración de las células sanguíneas, con disminución de glóbulos blancos (incluso graves estados de agranulocitosis dependiendo de la susceptibilidad individual) y de plaquetas.
Alteraciones gastrointestinales, tales como náuseas, vómitos y diarrea.
Aumento de la glucosa sanguínea, con disminución de su utilización por las células.
Aumento de ácido úrico, pudiendo originar cuadros agudos de gota.
Aumento de las lipoproteínas sanguíneas, con incidencia en el riesgo de arterioesclerosis.
Reacciones de tipo alérgico, como urticaria y fiebre.
Sordera transitoria (diuréticos potentes)
Ginecomastia, impotencia y amenorrea (inhibidores de la aldosterona)
Mercurialismo (diuréticos mercuriales tipo Mersalil), causante de un cuadro grave de vómitos, diarrea y alteraciones renales, que pueden conducir al fracaso renal agudo, e incluso muerte súbita por fibrilación ventricular , caso de utilizarse por vía intravenosa. Este tipo de diuréticos no se utilizan actualmente en medicina.
De todos los efectos adversos descriptos, son de especial importancia, en el caso concreto de ser utilizados los diuréticos por una persona que va a someterse a una competición deportiva, aquellos referentes a los trastornos hidroelectrolíticos. El caos concreto de la pérdida de potasio origina debilidad muscular y calambres, mareos e incluso trastornos del ritmo cardíaco, pudiendo originar, caso de sumarse una alcalosis hipoclotémica, un estado de tetania.
A partir de ciertos límites de pérdida de agua disminuye el rendimiento físico en cualquier persona: una pérdida del 3 al 4% del peso de un sujeto, causada por pérdida de agua y sales, origina una disminución de su rendimiento físico de un 10 a un 15%. Sin embargo, los efectos de la deshidratación sobre la capacidad de esfuerzo aeróbico, son tema de discusión. Para algunos autores, la deshidratación sería la causa de una disminución en el consumo máximo de oxígeno y en la capacidad de esfuerzo aeróbico, pero para otros estos parámetros no se verían afectados; pero si lo estaría el tiempo durante el que se puede tolerar una carga de trabajo máxima (tolerancia al ejercicio prolongado) en general podemos aceptar que hay una disminución gradual del rendimiento físico en relación con el grado de deshidratación.
En caso de grandes pérdidas de agua y sal se establece un cuadro de deshidratación de llamado tipo extracelular, caracterizado por hipotensión, taquicardia, mal riego sanguíneo periférico y fracaso renal, que en estados avanzados puede conducir a un estado de coma y a la muerte. Este cuadro clínico es más fácil que se instaure en una persona que haga un ejercicio físico intenso, al sumarse en este caso la pérdida de agua y sales por la intensa sudoración.
En suma, podemos afirmar que la concordancia de la toma de diuréticos con el ejercicio físico, además de ser una práctica desleal contraria al principio del «juego limpio», supone un contrasentido fisiológico con graves riesgos para la salud.
Cortesía RQBOXINGINSTITUTE