En una pelea que difícilmente olvidemos quienes estuvimos presentes en el gimnasio Rodolfo Gayreaud del club Sarmiento de Pigüe, Roberto “Pocho” Arrieta (58,400) derrotó por nocaut a los 2’35” de la duodécima vuelta a Matías Ferreyra (58,500) y retuvo el título sudamericano de la categoría superpluma.
El combate que hizo vibrar a los alrededor de mil espectadores tuvo momentos de boxeo de alto vuelo, maniobras polémicas, decisiones discutidas, dramatismo, todos condimentos que se conjugaron para brindar un espectáculo inolvidable.
Luego de un arranque parejo donde el local asumió la iniciativa, el pampeano se plantó en el medio del ring y mostró que había llegado a Pigüé con intenciones de aguar la fiesta. Fue en el segundo capítulo cuando un cross diestro suyo llegó pleno sobre el rostro del retador quien mas sorprendido que sentido fue a la lona por primera vez. Desde allí y hasta el sexto asalto, Ferreyra trabajó mejor, aunque mostró preocupación por las contras del rival. Pero el inicio de la segunda mitad de la pelea marcó una merma en su rendimiento físico, ya no pudo boxear desde la larga distancia sin ofrecerle blanco fijo a un Arrieta que en base a su manejo de piernas lo obligó a pelear en la corta distancia sabedor de su superioridad en ese terreno, sobre todo con golpes por la línea interna.
Ese estilo de pelea generó maniobras confusas, ya que cuando el hombre de Victorica se acercaba el pigüense trababa produciendo algunos choques de cabezas y otras “yerbas” que le significaron un punto de descuento al primero en el noveno asalto.
Esta situación terminó siendo el fundamental en el desarrollo posterior, pues Arrieta sabiendo lo que es ser visitante y lo que ello significa en caso de llegar a las tarjetas, aceleró la marcha mientras su contrincante contragolpeaba cada vez más espaciadamente.
Cuando promediaba el undécimo asalto en un intercambio a “cara descubierta” el monarca sudcontinental filtró un ascendente diestro sobre el mentón de su rival que comenzó a tambalearse, situación que fue aprovechada para enviarlo nuevamente a la lona con una seguidilla de golpes de la que Ferreyra nunca se pudo recuperar. A pesar de su estado Jorge Basile -de muy flojo trabajo – lo mantuvo en una pelea que ya no era tal pues ante la primer mano sobre el rostro el pigüense volvió a caer, fue entonces que tratando de agarrarse de algo en su camino hacia el tapiz, o hizo de las piernas de Arrieta. Producto de ese “tackle” los dos fueron a la lona hecho que permitió al árbitro no considerarlo caída inexplicablemente. Escaso beneficio le provocó este hecho al local porque enseguida sufrió una andanada de golpes que por tercera vez obligó a Basile a realizar la cuenta de protección otorgándole el pase a lo que pudo haber sido una tragedia.
En el arranque del último Arrieta fue a definir la faena, recibiendo alguna contra lanzada instintivamente por el desfalleciente Ferreyra, que en el último minuto volvió a visitar el piso, incorporándose a duras penas para recorrer de manera descoordinada y a los tumbos la geografía del cuadrilátero y escuchar ahora sí la nueva cuenta realizada con exasperante parsimonia por Basile que en esta ocasión llegó al out final.
En síntesis una pelea de esas que se producen esporádicamente, donde quedó claro que Roberto Arrieta tiene bien calzado el cinturón de campeón, porque supo sobreponerse ante una situación adversa, donde confluyeron varios factores para destronarlo pero él, su boxeo y su hombría no lo permitieron.
“EL PUMITA” OLMEDO SUMO OTRO NOCAUT
El fuerte pegador villeguense, Claudio Alfredo Olmedo (63,600) sumó su décimo tercera victoria –todas por la vía rápida- al superar por nocaut técnico a los 2’30” de la tercera vuelta a José Soraire (64,800).
Con su conocido estilo, “El Pumita” se tomó el primer asalto para estudiar y observar lo que proponía el rival, pero cuando promediaba el segundo segmento del combate pactado a cuatro, intensificó el castigo, para definir el combate con un gancho sobre el mentón que mandó a la lona al tucumano, a pesar que el árbitro Jerez autorizó la continuidad de la lucha, esta ya no fue tal pues sólo sirvió para prolongar una inncesaria agonía a la que acertadamente puso punto final el rincón arrojando la toalla en señal de abandono
En otro de los choques del extenso festival, la local Ivonne Córdoba (53,000) superó por puntos a la cordobesa Soledad Torres (51,800). Mientras que Pablo Medina y Luis Arrieta realizaron una exhibición.
En el complemento amateur Nicolás Gorosito de 9 de Julio superó por puntos a Roberto Méndez de Cnel. Pringles en categoría superligero, el bahiense Juan Romero en pesado superó al local Gustavo Wagner, Alfredo Blanco de Pigüe hizo lo propio con Diego Roig de 9 de Julio en ligero, empataron los medianos Marcelo Cafres de Bahía Blanca y el local Roberto Adriel en tanto que en la misma categoría Abel Adriel le ganó por decisión del referí a Aldo Monro de 9 de Julio.
La velada fue interesante aunque un tanto extensa, sobre todo por algunas demoras innecesarias que no opacaron la buena organización.
Por Voces del cuadrilátero.