Alfonso González Vicente
Ángel “Robinson” García fue un boxeador cubano de los años 60-70. Es conocido como el gran globetrotter del boxeo. Ya que su dilatada carrera, con 239 combates contabilizados (y algunos más sin registrar), tuvo lugar durante veintitrés años, en más de veinte países distintos.
Era un tipo con un boxeo muy elegante, y una clase tremenda, de ahí su apodo “Robinson” (en honor del gran Ray “Sugar” Robinson), pero nunca llegó a ser Campeón del Mundo, debido, básicamente, a su mala, desordenada y turbulenta vida.
Le gustaban con locura las mujeres, el tabaco, el alcohol y supongo que las drogas. Estuvo varias veces en la cárcel por problemas relacionados con la prostitución y por peleas, pero, por lo demás, era un tipo simpático al que le gustaba, fundamentalmente, vivir la vida sin ningún tipo de filtros ni de freno.
Subía al ring, en muchas ocasiones, en una situación lamentable, y pese a ello, solo perdió tres veces por KO en su dilatada carrera. Como su condición física solía ser mala o muy mala era un tremendo dosificador, con una gran esgrima. Un “estilista”.
Empezó boxeando, a finales de los cincuenta, en Cuba, y cuando Fidel Castro abolió el boxeo profesional en la isla se trasladó a Estados Unidos, se estableció en Miami Beach, y perteneció, durante una época, a los boxeadores de la “cuadra” de los hermanos Dundee (Cris y Angelo).
Ángelo Dundee, fue entrenador y manager, entre otros, de Cassius Clay (“Alí”). Entrenaban en el famoso gimnasio de la Quinta Calle (The Fifth Street Gym de Miami Beach).
Se enfrentó a ocho campeones del mundo, (tuvo más de veinte peleas con campeones del mundo, dado que con algunos se enfrentó en más de una ocasión) y con treinta y cinco años (en aquella época los boxeadores, como los deportistas en general, tenían una vida mucha más corta que ahora y mucho más si no se cuidaban) combatió en Panamá con Roberto Durán, cuando éste tenía 21 años. Durán ganó a los puntos y cuando terminó la pelea dijo:
“Este hijoeputa de cubano, sabe mucho y espero que me enseñe un poco de lo mucho que sabe”.
Su mejor época, como boxeador, tuvo lugar en París, donde estuvo afincado site u ocho años, luego tuvo otra etapa en la que boxeó en Italia y después se afincó durante seis o siete años en España. Sus mejores combates en España los disputó en Barcelona y Bilbao, donde los buenos aficionados supieron apreciar su talento. En Madrid, también boxeó, pero menos.
Yo lo vi boxear contra Johnny White en el estadio Suarez Puerta de Avilés, en el mes de julio de 1971, (una de las varias peleas no contabilizadas en su palmarés), poco antes de enfrentarse con Roberto Durán.
Fue una pelea casi de exhibición, que termino en “match nulo”, pero en la que pude ver pinceladas de su elegancia, gran esgrima y tremenda clase.
Después de ir a Panamá, el combate con Durán tuvo lugar en enero de 1972, se afincó en América hasta casi finalizar su carrera, y por encima de los 35 años se enfrentó con boxeadores muy duros, algunos campeones o ex campeones del mundo.
De las aproximadamente 250 peleas que disputó perdió ochenta y tres, en parte debido a su mala preparación, a la edad, y a que fue utilizado por muchos promotores para promocionar a jóvenes y prometedores boxeadores locales, como el propio Roberto Durán.
Se enfrentó, también, a campeones del mundo de la talla de Mantequilla Nápoles, Eddy Perkins, Ken Buchanan, Billy Backus, Ismael Laguna, Wilfredo Benítez, Carlos Hernández, etc.
Después de su segunda “campaña americana” se le pierde la pista (en bastantes ocasiones se le ha “perdido la pista”) y luego, con más de cuarenta años, me imagino que, en pésimas condiciones, regresa a Europa. Su última pelea la disputó en Bélgica. Después de esa pelea dado su mal estado físico las autoridades deportivas le retiraron la licencia.
Como nunca llegó a ser campeón del mundo, las bolsas que recibía debían ser más bien escasas, especialmente en los últimos años, y como el dinero debía durarle menos que un “pastel en la boca de un gitano” se veía obligado para subsistir a enfrentarse contra cualquier contrincante y en cualquier momento. En definitiva; fue un “jornalero” del ring, con muchísima clase, ¡eso sí!
Un “jornalero” del ring que antepuso la “vida golfa” y depravada al éxito deportivo. Eso, desde el comienzo, lo tuvo ¡CLARÍSIMO!
Cuando el boxeo se convierte única y exclusivamente en un medio de subsistencia, el boxeador entra en una espiral decadente y dramática en la que ganar (o perder) es algo absolutamente secundario, y eso fue lo que le pasó, más acentuado aún en los últimos años, a “Robinson” García, que tenía clase sobrada para, con una vida ordenada, haber sido Campeón del Mundo durante varios años.
Según los expertos, no ha habido en la Historia del Boxeo un boxeador que llevando tan mala vida como “Robinson” García haya sido capaz de prolongar su carrera durante veintitrés años enfrenándose a TODOS los mejores boxeadores americanos y europeos de su época (entre ellos Pedro Carrasco, Miguel Velázquez, Bruno Arcari, Carmelo Bossi ¡¡con todos!!) desde el peso ligero al superwelter (él era un ligero / superligero).
En una entrevista hecha en el foro “Solo Boxeo”, el campeón de España y de Europa, Miguel Velázquez declara ante la pregunta de ¿Cuál es el púgil que más te ha impresionado a lo largo de toda tu carrera deportiva? Declara que, sin ningún género de dudas, el mejor boxeador que he visto jamás ha sido Ángel “Robinson” García, con el que, por cierto, hizo un combate nulo. Incluso llega a decir que para él tenía más clase y era mejor que Cassius Clay. No deja de ser una opinión, pero es otra muestra más de la gran clase del púgil cubano.
Es increíble que, con su mala vida, y con la cantidad de combates disputados solo haya perdido tres veces antes del límite.
Su lema era:
“VIVIR EL PRESENTE SIN ACORDARSE PARA NADA DEL FUTURO”
(Declaraciones hechas en el diario “DICEN” de Barcelona, y efectivamente, fue consecuente para bien y para mal con esa afirmación).
CONTRA CUALQUIERA, EN CUALQUIER MOMENTO, EN CUALQUIER LUGAR Y EN CUALQUIER CONDICIÓN FÍSICA. JAMÁS RECHAZÓ UNA PELEA POR MUY MALA QUE FUESE SU CONDICIÓN FÍSICA Y POR MUY BUENO QUE FUESE SU CONTRINCANTE Y JAMÁS DEJÓ DE COMPARECER A UNA CITA.
En Ángel “Robinson” García se da también un caso muy curioso y es que sin haber sido campeón del mundo y habiendo perdido ochenta y tres peleas, muchas más de las que otros púgiles son, ni siquiera, capaces de disputar, esté considerado, por todos los entendidos del boxeo y sus principales organismos, como un gran boxeador.
En el boxeo el sobrenombre “Robinson” (o “Sugar”) está claro que no lo lleva cualquiera. Hay que tener mucho nivel para ello.
Una vez retirado de la actividad pugilística, con cuarenta y dos años, poco o nada se sabe de él. Es muy posible que regresase a Paris y que, para seguir sobreviviendo, se integrase en algunos de los ambientes marginales de la capital francesa.
Además del boxeo, era un “profesional” de todo tipo de vicios, especialmente de las mujeres (según los que le conocían era un “atleta sexual”) a las que debía querer con compulsividad, impulsividad y “locura”. Recojo, en inglés, para mantener la autenticidad, una anécdota contada por Ferdie Pacheco, “The fight doctor”, en su libro titulado “THE DOCTOR FIGHT BACK”, concretamente en el capítulo XIX, “Cuban Fighters. Luis´s Rotten Luck”.
El capítulo, además de hacer un recorrido por el boxeo cubano, habla especialmente de Luis Manuel Rodríguez, un muy buen púgil cubano, que, como aspirante al título de campeón del mundo peso medio, se enfrentó en Roma contra el campeón Nino Benvenutti.
El combate, que yo vi en directo por televisión (¡¡ahora parece increíble!!), lo iba ganando claramente Luis Manuel Rodríguez, que protagonizó una gran pelea, hasta que en el undécimo asalto fue cazado por un tremendo derechazo de Nino Benvenutti (el italiano de la “destra asassina”) y, al final, el cubano perdió por KO. Poco tiempo después, en Montecarlo, Nino Benvenutti sería literalmente fulminado por Carlos Monzón.
Por cierto, Luis Manuel Rodríguez y Cassius Clay se conocieron en el citado The Fifth Street Gym de Miami. Se hicieron muy amigos y sentían admiración el uno por el otro, hasta el punto de que ambos estaban seguros que el otro llegaría a ser campeón del mundo, como así ocurrió, aunque Luis Manuel solo fue campeón del mundo del peso welter durante cuarenta y siete días. Luis Manuel Rodríguez era unos años mayor que Cassius Clay y fue una de las referencias de Clay para destacar en el complicado mundo del boxeo.
Luis Manuel Rodríguez fue efímeramente campeón del mundo, peo, además, fue un boxeador con 5 bastante mala suerte. Tuvo, también la desgracia, de encontrarse en su carrera con la mejor etapa de otro gran campeón de los pesos welter y medio como lo fue Emile Griffit, al que derrotó en una ocasión (cuando se hizo con la corona mundial de los welters), pero fue derrotado en los otros tres “pleitos” (como dicen en América) que tuvo con el norteamericano.
La historia de Luis Manuel Rodríguez también es interesante de conocer y de hecho la relata, como ya he dicho, Ferdey Pacheco en el capítulo “Cuban Fighters. Luis´s Rotten Luck” del libro que ya he citado.
Antes de “pegar” la anécdota contaré quién era (puesto que ya ha muerto) Ferdie Pacheco. Conocido, como ya he dicho, con el sobrenombre de “The Fight Doctor”, era, efectivamente, médico. Fue médico personal de Mohamed Alí y, además, ejerció de “segundo”, de “hombre de esquina”, de “cutman”, en numerosos combates de boxeo.
En concreto en la pelea entre Benvenutti y Luis Manuel Rodríguez hizo de “cutman” en la esquina de este último.
La anécdota se refiere a la noche de esa pelea en la que en los vestuarios “The Fight Doctor” se encontró sorpresivamente con Ángel “Robinson” García, que acababa de salir de la cárcel de Génova.
Before the fights I was walking by the dressing rooms when I hear a hoarse voice calling me.
“Doct-o, `oye Doct-o.” I looked at a small fighter wrapping his own hands. He looked vaguely familiar. “Coño, Doct-o, soy, yo. Robinson Garcia.”
“Robinson” García was a fine fighter who was so handsome they named him after Sugar Ray Robinson. He’d had over three hundred fights. Now he wasn’t handsome Andy longer. He had no front teeth, and his nose wandered, and his eye-brows were ugly mounds of scar tissue. “Damn, Robinson, where have you been?’
“In Genoa. In jail. I beat up my whore and they gave me 6 months.”
“When did they let you out?’
“This morning. I took a train in. I just got here. You want to work my corner? I need a good cut man.”
“Love to, but I got Luis in the Title.”
“Yeah,I know. Bueno. Suerte.”
“You just got out? What did you eat?”
“Spaghetti. Three times day.No salt, no sauce, No Nothing. I’d give my right arm for some picadillo y moros.”
I grinned, he did too. He was a warrior. The rare kind who go out to do what they have to do to survive. They give the public what they want. They seem impervious to pain. Boxing. It’s what this tough breed of men do. I was proud to know “Robinson” García, and I wish I could have worked his corner that night. As it turned out, he didn’t need me, because the Roman Boxing Commission did not allow him to fight
La última noticia que se tiene de “Robinson” García es como “clochard” (“homeless”) en el metro de París.
Fue reconocido por un aficionado que se puso en contacto con el actor Alain Delon que, junto con Jean Paul Belmondo, fue promotor de boxeo en los años que “Robinson” García boxeó en París.
Alain Delon organizó, entre otros, el combate Monzón-Mantequilla Nápoles que tuvo lugar en París, y fue quién le rescató del metro de Paris y le pagó el viaje de retorno a su Cuba natal donde murió uno o dos años después, a la edad de sesenta y un años.
En últimos diecinueve años (desde que dejó el boxeo), su vida que ya era totalmente desordenada antes, se debió de precipitar por una “cuesta abajo” que acabó en la marginalidad, la decadencia, el vagabundeo y el alcoholismo.
El principal (y único) objetivo en la vida de “Robinson” García no era ser Campeón del Mundo, era PASARLO BIEN, sin ningún tipo de freno ni control ni límite, y a fe que lo consiguió. El boxeo para él no era un FIN, era un MEDIO DE VIDA.
Pero ya se sabe, “cuanto más libre es la vida más dura es la muerte”. La vida, de una manera o de otra, siempre te chantajea, “siempre te da mucho menos de lo que te quita”, porque, al fin y al cabo, “el tiempo no es más que un ladrón que te roba todo lo que tienes”.
“Robinson” todo eso lo sabía, como lo sabemos todos, pero le dio exactamente igual. Él solo quería PASARLO BIEN, incluso a “costa de sí mismo”.
¡¡Es el “mundo oscuro” y la “cara oculta” del boxeo!! Pero es consustancial con algunos (o muchos) campeones de este deporte. Es duro, pero es así. C´EST LA VIE !!!
El boxeo, (al igual que los toros) son actividades donde, incluso, en ciertos momentos, se puede experimentar “ese vértigo dantesco que separa la vida de la muerte”.
Ambos son “mundos románticos” que merecen ser (y han sido) descritos en “clave “literaria” (y cinematográfica).
Recuerdo las excelentes crónicas boxísticas de Manolo Alcántara en el Diario Marca o de Fernando Vadillo en AS, por no citar a los norteamericanos Hemingway y Norman Mailer, al argentino Julio Cortázar, al cubano Enrique Encinosa o al ya citado Ferdi Pacheco.
Pues bien, tipos y vidas como la de “Robinson” García, con sus virtudes, e incluso con sus enormes defectos, contribuyen a “engrandecerlo”, a darle ese halo literario, cinematográfico e incluso poético que lo rodea.
Enrique Encinosa, un escritor anticastrista cubano, residente en Miami y uno de los mejores críticos y articulistas de boxeo (Tiene un libro dedicado al boxeo cubano titulado “Azúcar y chocolate”) le dedica un artículo en el que se ve que “Robinson” García representa y entraña todo lo bueno y malo que encierra el boxeo histórico y mítico. ¡¡Un ejercicio de AUTENTICIDAD!!
¡¡BOXEO EN ESTADO “QUÍMICAMENTE PURO”!! IT`S BOXING!!!
De hecho, su artículo “huele” a bohemia, marginalidad, “cine negro”, gimnasio destartalado, tabaco, alcohol, prostitución, linimento, vaselina, sangre, sudor y cuero. Para mí, “Robinson” García, ¡¡ “The Journeyman” !! ha sido el boxeador con más talento que ha pisado un ring en España. ¡¡SEGUNDOS FUERA!!
Alfonso González Vicente
5 comentarios
que gran historia. pero parece que ha nadie le importa. el boxeo de antaño y actual, esta lleno de borrachos y drogadictos.
GARFIAS
MUY FUERTE LA SITUACION A TRAVEZ DE LA HISTORA,,
-MIRA, AQUI NOSOTROS TUVIMOS UN CASO “”BIEN TIPICO”” DE EL MALOGRADO RODOLFO”EL CHANGO” CASANOVA EN LOS 40″S
-UN DECHADO DE VIRTUDES,, DE FUERZA, DE PEGADA,, VENCEDOR DE LUIS VILLANUEVA PARAMO ALIAS EL KID AZTECA, DE EL TRIPLE CAMPEON DE ESOS QUE VALIAN “HENRY ARMSTRONG”,, DE BABE ARIZMENDI, JUAN ZURITA Y VARIOS MAS,, ANTES DE LA PELEA SE METIO A UN BAR A BEBER,, TREMENDA LA SITUACION DE EL CHANGO,,
EN LA INFORMACION QUE NOS ENVIA “”BOXREC”” MAS O MENOS ARROJA INFORMACION DE POQUITO MAS DE 602,000 PELEADORES A NIVEL MUNDIAL Y EL 4 % DE ELLOS SON MEXICAS,, O SEA CERCA DE 24,000 INCLUYENDO DAMAS,,,
-DE ESTOS GRAN PARTE TIENEN SU TESTIMONIO DE VIDA, BUENO, REGULAR A LA DECADENCIA DE ALCOHOL Y DROGAS,, PERO EN FIN,,
-ESTAS HISTORIAS AUNADAS A LA DE ALGEL GARCIA SON SIMILARES EN CUANTO A LA VALIA DE UN LEGADO DE HISTORIA,,
BONITA LA ESCRITURA,, TE HACE LLEVAR AL MOMENTO,, BIEN POR ESTE TIPO DE ESCRITORES..
NO LE LLEGA A PILLATTI,, PERO EN FIN,, EL ESFUERZO SE HACE,,, JEJEJEJE
estas historias del boxeo son bastante interesante conocerlas a los que nos gusta este deporte, pero al mismo tiempo son nostalgias boxisticas, en la que muchos se quedaron con esto, y que no han entendido y comprendido que todo en la vida es una evolución y en el deporte no es la excepción, particularmente hablando de boxeo; con sus altas y bajas, mafia y mercadotecnia que es en lo que principalmente se enfocan, pero sus ojos no miran lo positivo y las mejoras en este deporte; la infraestructura deportiva con la que se cuenta actualmente es mucho mejor que la de hace varias décadas, atletas potencialmente mejor preparados, mejor seguridad en la integridad de los boxeadores, mayores controles antidopaje entre otras ….
muchos viven de los recuerdos y ahí se quedaran….
,,,,,,..,,
OTRO CASO BIEN ORIGINAL FUE EL DE
RICARDO EL PAJARITO MORENO