Por Osman Rosales Cruz
Junto a sus ilusiones cabalga su esfuerzo, su necesidad una mejor vida junto a su familia, su despiadado sacrificio por agotar hasta su último aliento por la mejor condición física posible.
Para Wálter Castillo cada día en el gimnasio es el comienzo de una nueva batalla, porque la recompensa está al final del camino y para eso aún hace falta mucho en esta carrera inhumana pero a veces gratificante.
“Tengo varias semanas de estar entrenando, porque deseo en mi próxima presentación dejar una buena impresión, igual o mejor que la del pasado 25 de noviembre en la Convención de la AMB”, externó Wálter.
Este púgil que no pierde enfoque y combina su pasión boxística con su oficio, peluquero en uno de los mercados más populares de Nicaragua. “Estoy contento con lo conseguido hasta ahora, pero aún sé que falta mucho por venir”, agrega.
Con balance de 12 victorias (10 kos) y un solo revés que se lo propinó Edwin Palacios en el despegue de su trayectoria profesional en el 2008, Castillo hace planes de un estupendo año.
De hecho en el 2010 su empeño y capacidad sobre el cuadrilátero le dejó el cetro Fedecentro de las 140 libras avalado por la AMB, después de noquear en tres asaltos al panameño Augusto Pinilla.
De tal manera que Walter Castillo pretende atrapar la atención nacional e internacional con contundentes desempeños.