Bien, ¿por dónde empiezo? Acabo de llegar a Toledo con estas escalas, la última Madrid (1 hora en coche) , antes desde Nueva York en avión (8 horas), y antes desde Atlantic City (2 horas y media de coche), pero me da igual el cansancio y el jet-lag, prometí que íba a hacer mi crónica sobre el combate y la haré, sobre todo por el respeto y admiración que le profeso a LUIGI al que catalogaría como un erudito del boxeo, me encantan sus análisis y sus comentarios, ý además acertó con el pron´sotico KO de Martínez aunque no con el round (lo siento Luigi en el Caesars Palace no te hubieran dado ni un dólar, en caso de estar permitidas allí las apuestas, que no lo están, aunque suene a coña). He copiado y pegado esta página y se la he enviado a Sergio Martínez para que la lea, y lo hará, yo se lo he aconsejado y seguro que lo hace, vale la pena.
Sin embargo no voy a hacer una crónica del combate, que todos pudieron ver en vivo o en diferido, sino que contaré lo que ví entre bastidores en lo que se podría titular "Dos días formando parte del Maravilla Team". Hoy contaré la parte 1, y mañana la 2.
Contaría algo de mis 14 horas frenéticas el jueves en Nueva York, una ciudad absolutamente impresionante, pero no quiero que esto se haga eterno (será muy largo ya lo aviso), ásí que allí en NYC no paré hasta que encontré el cartel anunciador del combate cerca de la mítica Times Square (entre la 47th y la 6ª avenida), en donde abordé a varias personas para que me hicieran la foto.
Me llamó la atención que no se televisara por PPV, luego la noche del combate ya Sampson (su mánager) me explicó que tras el Margarito vs Pacquiao no se podía poner otro pago por visión porque la gente ya no lo compraría (si él lo dice...) , sin embargo, esto de no transmitirlo por PPV repercute en la bolsa de los boxeadores, sin duda mucho menor de lo que merecían, por lo que oí (no diré la cantidad por respeto a las fuentes y a los boxeadores).
El viernes al mediodía cogí el Greyhound bus to Atlantic City a una buena hora para poder llegar holgadamente a la hora del pesaje, que Pablo Sarmiento (ex-campeón mundial IBO de los superligeros y hermano del entrenador Gaby Sarmiento) me adelantó que sería a las 5 p.m en el hall del Caesars Palace. Y así fue, llegué a la recepción del hotel y saludé a mi gran amigo Pablo Sarmiento (le ví en directo noquear a Billy Schwer en Londres allá por 2001, en un KO 12 espectacular) y estuvimos allí charlando hasta que empezó el acto del pesaje.
El pesaje tenía un montaje muy vistoso, ambos boxeadores con gafas de Sol llegaron un poco tarde, y de hecho Williams llegó más tarde que Sergio en un acto algo indecoroso, ya que es el challeger el que tiene que esperar al campeón y no viceversa, pero Sergio que entre sus muchas virtudes que le adornan tiene la paciencia, la calma y preocuparse solo de lo realmente importante, no mostró ningún enojo.
Los pesos fueron los ya indicados pero sorprendía un poco ver que los abdominales de Williams no lucían tan fuertes y marcados como en combates anteriores, todo lo contrario que Sergio, que podría ser modelo de Calvin Klein. Esto lo comentó también Gaby Sarmiento en la cena posterior al pesaje, ¿cómo no? A Gaby no se le pasa ni una y lo tiene todo o casi todo bajo control.
Era curioso ver que los dos equipos de ambos boxeadores cenaban en el mismo buffet e incluso teníamos el mismo modelo y marca de chándal, muy curioso y gracioso, pero hay que decir que tanto Paul Williams como su equipo eran personas educadas y respetuosas, e incluso nos saludábamos cuando nos los cruzábamos en el hotel. Al contrario que Williams, Sergio no bajó al buffet, se concentró en su súper suite secreta del Caesars Palace hablando con periodistas que llamaban, con Ricardo Sánchez Atocha, con el propio Gaby y incluso con nosotros. Es increible la capacidad que tiene Sergio de combinar concentración, seguridad, simpatía y desparpajo...que suelen ser antagónicas en las personas normales cerca de momentos cruciales.
Comió un buen plato de pasta cocinado y supervisado por Gaby (esto siempre ha sido así en la preparación), fruta y zumo de frutas. Nos enseña un maletín con sus seis cinturones, preciosos todos, cada uno con sus peculiaridades, el de la WBC tiene dos fotos de Mohammed Alí junto con dos fotos de Sergio, ambas ensambladas en el cinturón. El cinturón del Ring Magazine era de los más pesados pero precioso, y sería a la postre el que llevaría yo hasta el ring la noche del combate, como así fue. Además en la habitación estaban Cecilio (su fisio, un mexicano-americano muy majete), David García (un joven boxeador amateur español que debutará pronto en profesionales y que es una bala corriendo, y al que Sergio tiene que perseguir bajo la supervisión de Gaby), un boxeador mexicano de 19 años que hace de sparring a Sergio en ocasiones, dos amigos que tienen una web
www.boxeodirecto.com Oscar Zardain y Miguel de Pablos, Ricardo Sánchez Atocha, Pablo Sarmiento y el propio Gaby, que también atiende llamadas telefónicas.
Nos entrenemos haciendo fotos con los cinturones, y charlando con Sergio, que nos transmite mucha seguridad en las vísperas del combate de su vida, escuchando la música que le gusta, con una película que mira de vez en cuando en la tele...también nos dice que Pacquiao le impresionó contra Margarito. Hago un paréntesis en algo que me comentó Sampson y seguro que os interesa porque está metido en el mundillo, y es que en su opinión jamás se celebrará el Mayweather vs Pacquiao, porque sus promotores se odian y son irreconciliables, y ambos boxeadores tienen ya mucho dinero. Ve mucho más factible un Mayweather vs Martinez, y descarta un Pacquiao vs Martinez, por temas de tamaño...yo no creo que ese fuera el problema, y en todo caso lo sería de Pacquiao.
Tras un ratito allí nos despedimos de Sergio para que descanse y pase una buena noche.
Mañana o pasado, dependiendo de cómo ande de tiempo, vendrá la segunda entrega, que creo será más interesante que esta.