Maravilla: Cotto se irá noqueado
Elocuente, vivaz y rápido de palabras, pero sobre todo, lleno de energías para reaparecer a lo grande. Así se mostró el argentino Sergio “Maravilla” Martínez en una conferencia de prensa en la que presentó su duelo contra el ex triple campeón mundial puertorriqueño Miguel Cotto, donde intentará defender por segunda ocasión su título mundial mediano del Consejo Mundial de Boxeo (WBC), en el combate estelar de una mega velada que se desarrollará el sábado 7 de junio en el mítico Madison Square Garden de Nueva York, que será televisada en vivo a través de HBO Pay Per View para Estados Unidos, TyC Sports para Argentina y gran parte de América, Azteca 7 para México, y varias señales más que distriburán a todo el mundo.
En un colmado salón de conferencias del Hotel Intercontinental de la ciudad de Buenos Aires, rodeado de periodistas, fotógrafos e infaltables curiosos e invitados, fiel a su costumbre “Maravilla” conversó largo y tendido con los medios sobre su tan esperado desafío neoyorquino. Allí, Martínez (51-2-2, 28 KOs), que también fuera campeón mundial superwelter, expondrá por segunda ocasión la corona que reconquistó el 15 de diciembre de 2012 al derrotar en un amplio fallo unánime al mexicano Julio César Chávez Jr. en Las Vegas y que viene de refrendar el pasado 27 de abril en fallo unánime sobre el inglés Martin Murray en Buenos Aires, frente a Cotto (38-4, 31 KOs), ex campeón mundial superligero, welter y superwelter, que irá por el desafío de convertirse en el primer boricua en la historia en conquistar cuatro títulos mundiales en diferentes categorías, en lo que será un anhelado enfrentamiento en un fin de semana enmarcado por la celebración de la Gran Parada Puertorriqueña que se desarrolla en esa ciudad, en un combate pactado en un peso máximo de 159 libras (72,120 kg.), una por debajo del límite de la división -160 libras (72,500 kg.)-. Luego de la gira promocional por Puerto Rico, Nueva York y Los Ángeles, finalmente llegó el turno de Buenos Aires. Y como no podía ser de otra manera, la confianza -argumentada- del campeón dijo presente.
“Le tengo mucho respeto a Cotto. Más allá de lo que nos dijimos en la gira, tiene una gran carrera y una gran trayectoria recorrida. Pero el 7 de junio sé que le voy a ganar. No van a hacer falta los jueces, gano por nocaut”, advirtió de entrada el bonaerense, quien estuvo acompañado -aunque desde el público- por su entrenador, Pablo Sarmiento.
Rápidamente explicó que la ausencia de Cotto se debió a “compromisos anteriormente acordados”. Pero además aclaró: “Este combate es pay per view en Estados Unidos y en Puerto Rico, pero por suerte no en Argentina, donde todos lo podrán ver. Entonces para él no era negocio venir acá. Es preferible que esté cumpliendo otros compromisos allá, y que se ponga a entrenar”.
Su lesión en la mano -que está totalmente recuperada hace meses- y principalmente en su rodilla derecha, lo mantuvieron alejado, más de lo que hubiera deseado. Pero con 39 años cumplidos apenas el 21 de febrero, el quilmeño asegura que llegará en las mejores condiciones y listo para cumplir con su viejo anhelo -por años- de enfrentar -y derrotar- al nacido en Caguas, Puerto Rico, hace 33 años.
“Estaba arrastrando esa lesión que me trajo muchos dolores de cabeza. Por momentos fue una verdadera pesadilla. Me volvió loco. Pero los retos están para enfrentarlos, eso se hizo, y ya está superada la lesión. Ya me encuentro casi perfecto, y el 31 de marzo voy a empezar a entrenar bien en el campamento, como es debido”, manifestó “Maravilla”, quien no obstante remarcó: “Igual, ya llevo siete semanas de entrenamiento y me encuentro muy bien. El 31 de marzo arrancaremos en Madrid, con Gabriel Sarmiento ( NdR: quien se reincorpora a su esquina), y vamos a agregar una semana más al campamento para llegar todavía mejor. Siempre suelen ser un total de ocho semanas, pero esta vez serán nueve. Después, el 27 de abril con Pablo partiremos rumbo a Miami, donde continuaremos con el entrenamiento y además comenzaremos el trabajo de sparring”.
Un año, un mes y once días se cumplirán cuando suba al ring frente a Cotto, desde aquella ya lejana victoria ante Murray en el estadio José Amalfitani del Club Vélez Sarsfield en Liniers. Mucho debió padecer, y hasta la incertidumbre no sólo respecto a si podría regresar a un ring, sino si sería capaz de llevar una vida “normal” con esa rodilla.
“La pasé muy mal. Me comía las paredes. Yo quería, pero mi cuerpo no podía. Después de las tantas operaciones, donde por momentos no se sabía con certeza qué tenía, no se encontraba una solución, estuve mucho tiempo con muletas (48 días), incluso inmóvil -en cama-. No sólo temí que no pudiera volver; hasta temí no poder volver a caminar normalmente”, admitió, para luego agradecer a su médico, la Dra. Raquel Bordons -prácticamente su “ángel” y razón principal para que su campamento comience en Madrid, donde ella reside-.
“Pero gracias a un gran trabajo médico, y a una gran rehabilitación, voy a llegar muy bien. Voy a llegar más afilado que nunca”, remató.
En una fecha histórica para los puertorriqueños, además de presentarse en lo que es prácticamente la casa de su rival, enmarcado en un estadio donde el boricua hará su novena presentación y estará colmado de puertorriqueños, Martínez sabe que lejos estará de ser local. Pero no le preocupa: “Llevo doce años siendo visitante, salvo en la última pelea, sabiendo cómo se juega en la casa del otro, y cómo se pelea. Llevo muchos años en esta situación, sabiendo cuál es mi trabajo. En esta pelea no va a hacer la excepción. Y no van a hacer falta los jurados. Gano por nocaut”.
DUELO DE ESTILOS
A la hora de hablar de su rival, respetuoso, reconoció sus atributos, pero dejó en claro el desenlace que espera. “Él es un gran campeón, de tres categorías diferentes, y con el que voy a tener que tener mucho cuidado. Es un boxeador con mucha historia, de mucho peligro, con una muy buena escuela de boxeo. Y más allá de todas las palabras que nos podemos haber dicho, está el respeto profesional. Es un boxeador de mucha historia. Pero si me encuentro en perfecto estado, como voy a estar, no deberé preocuparme demasiado, excesivamente. Tengo que ocuparme de hacer mi trabajo”, consideró.
“Cotto tiene una historia grande en sus espaldas. Viene respaldado de una gran trayectoria. Tiene mucho boxeo. Y no hay dudas que hará historia. Pero no el 7 de junio”, reiteró.
¿Qué clase de pelea esperás?
Va a ser un duelo de estilos. Cotto es un boxeador que tiene una escuela muy ortodoxa, y yo todo lo contrario. Él tiene una técnica de libro, como se enseña a boxear, prolijo como todos los puertorriqueños. Tiene un buen gancho al hígado, un buen directo de derecha, y es un boxeador muy inteligente. Técnicamente es muy cuadriculado, y yo soy todo lo opuesto. De cuadriculado no tengo nada. Tengo un estilo más desfachatado, cada día mi guardia está más destartalada… Entonces podría decirse que soy como el ‘anti boxeo’ delante de Cotto. Y eso es lo que lo hace atractivo.
¿Cómo se le gana a Cotto?
Mi ventaja va a estar en la velocidad, y más que nada en el manejo de los tiempos y las distancias. Si domino esos aspectos, es suficiente, la pelea es mía.
No tengo que permitirle que me cierre los espacios. Tengo que impedir su presión. Él no es un boxeador de ataque, es un boxeador de avance. Lo que hace es cerrar los espacios, arrinconar, presionar. Para eso mis piernas van a ser fundamentales, necesitaré mi trabajo de contragolpe, y por momentos voy a necesitar atacar, y mucho.
Sin coultar su confianza, reiteró el resutado que espera. “Él busca hacer historia, más de la que ha hecho. Pero esa noche no va a poder conmigo. Cotto se irá noqueado. Va a terminar dormido”, anticipó, desafiante.
Y al momento de especificar la clave de la pelea, fue incluso más allá: “En este combate no va a ganar ni el más fuerte, ni el más rápido, que soy yo; en este combate va a ganar el más inteligente, que también soy yo”, culminó.