El regreso de un grande y el fantasma de Leonard.
Publicado: Sab Jul 02, 2022 8:40 am
Era la noche del 18 de Marzo de 1991, Roberto Durán tras un año de inactividad reaparecía, en su última contienda había perdido el título de peso mediano ante Sugar Ray Leonard cua di realizaba su primera defensa, dicho título se lo había ganado al gigantón Iván Barkley en lo que fue
Nombrado el up set del año por la revista the ring, 39 primaveras habían pasado ya desde su nacimiento en el chorrillo Panama, sus grandes noches aún estaban en la memoria de sus seguidores y del público en general.
El equipo del ex campeón buscaba regresar por la puerta grande y agendar al suyo a una nueva oportunidad campeonil, la velada era grande, Don king había tirado l casa por la ventana y en la estelar Mike Tyson defendía ante Donavan Ruddock, la semi estelar presentaba al mexicano JC Chávez defendiendo sus títulos súper ligero CMB y FIB ante John Duplesis y Simon Brown se enfrentaba a Maurice Blocker por los títulos CMB y FIB de peso súper welter. En la función también se incluía el futuro campeón mundial Bernard Hopkins y el debut de quien también llegaría a campeón mundial Justin juko
El regreso de Durán no podía ser más grande, escogieron a un peleador que empezaba a hacer ruido nacido en San Francisco, quien venía de vencer a nada más y nada menos que a Wilfredo “radar” Benítez. Vía decisión dividida.
Imaginen lo que representaría que Duran venciera a quien había dado cuenta de Benitez que ya una vez había vencido al gran manís de piedra?
Pero que versión de Durán veríamos esa noche los conocedores de preguntaban. Aquel con pegada destructora y boxeo férreo o a aquel Durán pausado, conservador que no lastimaba con sus envíos ?
Las expectativas eran buenas, los seguidores de Durán creían que sería “una noche fácil” para el suyo. Pero las cosas no serían así.
Irish Pat Lawrol se había preparado bien, había estudiado el boxeo brawler de Roberto Durán y se había dado cuenta de cuáles eran las debilidades del panameño (la frustración ) estudió sus peleas frente a Edwin Viruet y frente a Sugar Ray Leonard, había descubierto que si a Durán se le atacaba a velocidad y si se le salía por piernas, poco a poco se iría frustrando y la pelea se iría hacia su lado poco a poco. Por otro lado Durán que venía de un año de retiro había apostado a su fortaleza, a un mayor tonelaje a l hora de la misma y sobre todo a su mayor experiencia.
El inicio de la pelea fue algo extraño para muchos, Durán salía a boxear ante un rival escurridizo y no a buscar imponer esa presión a la que nos tenía acostumbrados.
Lawrol lanzaba doble jab directo a l cara de Roberto y se salía por piernas, este por su parte lanzaba ese largo recto de derecha que siempre le había dado buenos resultados, pero no lograba conectarlo porque el rival no estaba ahí.
Así transcurrieron los primeros 2 rounds. Bam-bam, doble recto de izquierda y piernas para que las quiero, bam-bam y otros 2 golpes limpios en forma de jab.
Luego de 2 rounds la esquina entendió que esa noche el ex campeón había dejado sus manos de piedra muy lejos del cuadrilátero, no había pegada, no había reflejos y no había la velocidad para conectar al rival. Las instrucciones eran: boxealo y mínimo le ganamos a los puntos.
El tercero y el cuarto llevaron esa tónica, Durán buscaba el boxeo, incluso retrocedía invitando al intercambio, pero el rival llegaba, bam-bam y se iba, incluso a pesar de contar con tan solo 4 KOs en su palmareses, a la hora del intercambio era quien salía mejor librado.
Al finalizar el cuarto round ya Duran se veía muy frustrado, desesperado, el fantasma de Sugar Ray estaba ahí, Irish estaba haciendo exactamente lo mismo que el moreno y era ya obvio que había logrado meter a Roberto en su juego. Así llegó el 5 otra vez con la misma tónica. Bam-Bam y piernas para que las quiero de nuevo.
En el sexto round se muestra un Durán ya derrotado por la frustración de no poder lastimar al oponente, ni siquiera de poder conectarlo con claridad que ocasionaron un intercambio donde al lanzar un gancho de izquierda, es alcanzado por un recto a la altura de la tetilla que ocasionó una aparente lesión en el hombro izquierdo del panameño. Este se dio la vuelta y con un ritus impresionante de dolor se fue a su esquina remoliéndose y quejándose de un dolor insoportable.
El referí arribo a l esquina y al ver semejante rostro miró al referí, este de inmediato detuvo el encuentro. Todos se quedaron consternados. Duran voltea a ver al médico y como por arte de magia el dolor desaparece, no me lo paren, no me la paren gritaba ondeando el brazo, estoy bien, puedo seguir ….
El daño ya estaba hecho. Duran llegó imnotizado ante el fantasma de Leonard, el “no más” regreso en forma de pesadilla. El gran regreso apareció truncado y un joven Irish “Pat Lawrol” levantaba la mano.
Le había ganado a uno de los mejores peleadores de todos los tiempos, atrás habían quedado aquellas grandes noches donde el del chorrillo había aniquilado a sus mejores rivales, atrás habían quedado aquellas manos que ponían KO incluso a los más fuertes. Atrás había quedado aquella velocidad y esos 4 pulmones.
Esto había sido solo una mala noche?
O había sido el ocaso del campeón ?
Saludos.
Nombrado el up set del año por la revista the ring, 39 primaveras habían pasado ya desde su nacimiento en el chorrillo Panama, sus grandes noches aún estaban en la memoria de sus seguidores y del público en general.
El equipo del ex campeón buscaba regresar por la puerta grande y agendar al suyo a una nueva oportunidad campeonil, la velada era grande, Don king había tirado l casa por la ventana y en la estelar Mike Tyson defendía ante Donavan Ruddock, la semi estelar presentaba al mexicano JC Chávez defendiendo sus títulos súper ligero CMB y FIB ante John Duplesis y Simon Brown se enfrentaba a Maurice Blocker por los títulos CMB y FIB de peso súper welter. En la función también se incluía el futuro campeón mundial Bernard Hopkins y el debut de quien también llegaría a campeón mundial Justin juko
El regreso de Durán no podía ser más grande, escogieron a un peleador que empezaba a hacer ruido nacido en San Francisco, quien venía de vencer a nada más y nada menos que a Wilfredo “radar” Benítez. Vía decisión dividida.
Imaginen lo que representaría que Duran venciera a quien había dado cuenta de Benitez que ya una vez había vencido al gran manís de piedra?
Pero que versión de Durán veríamos esa noche los conocedores de preguntaban. Aquel con pegada destructora y boxeo férreo o a aquel Durán pausado, conservador que no lastimaba con sus envíos ?
Las expectativas eran buenas, los seguidores de Durán creían que sería “una noche fácil” para el suyo. Pero las cosas no serían así.
Irish Pat Lawrol se había preparado bien, había estudiado el boxeo brawler de Roberto Durán y se había dado cuenta de cuáles eran las debilidades del panameño (la frustración ) estudió sus peleas frente a Edwin Viruet y frente a Sugar Ray Leonard, había descubierto que si a Durán se le atacaba a velocidad y si se le salía por piernas, poco a poco se iría frustrando y la pelea se iría hacia su lado poco a poco. Por otro lado Durán que venía de un año de retiro había apostado a su fortaleza, a un mayor tonelaje a l hora de la misma y sobre todo a su mayor experiencia.
El inicio de la pelea fue algo extraño para muchos, Durán salía a boxear ante un rival escurridizo y no a buscar imponer esa presión a la que nos tenía acostumbrados.
Lawrol lanzaba doble jab directo a l cara de Roberto y se salía por piernas, este por su parte lanzaba ese largo recto de derecha que siempre le había dado buenos resultados, pero no lograba conectarlo porque el rival no estaba ahí.
Así transcurrieron los primeros 2 rounds. Bam-bam, doble recto de izquierda y piernas para que las quiero, bam-bam y otros 2 golpes limpios en forma de jab.
Luego de 2 rounds la esquina entendió que esa noche el ex campeón había dejado sus manos de piedra muy lejos del cuadrilátero, no había pegada, no había reflejos y no había la velocidad para conectar al rival. Las instrucciones eran: boxealo y mínimo le ganamos a los puntos.
El tercero y el cuarto llevaron esa tónica, Durán buscaba el boxeo, incluso retrocedía invitando al intercambio, pero el rival llegaba, bam-bam y se iba, incluso a pesar de contar con tan solo 4 KOs en su palmareses, a la hora del intercambio era quien salía mejor librado.
Al finalizar el cuarto round ya Duran se veía muy frustrado, desesperado, el fantasma de Sugar Ray estaba ahí, Irish estaba haciendo exactamente lo mismo que el moreno y era ya obvio que había logrado meter a Roberto en su juego. Así llegó el 5 otra vez con la misma tónica. Bam-Bam y piernas para que las quiero de nuevo.
En el sexto round se muestra un Durán ya derrotado por la frustración de no poder lastimar al oponente, ni siquiera de poder conectarlo con claridad que ocasionaron un intercambio donde al lanzar un gancho de izquierda, es alcanzado por un recto a la altura de la tetilla que ocasionó una aparente lesión en el hombro izquierdo del panameño. Este se dio la vuelta y con un ritus impresionante de dolor se fue a su esquina remoliéndose y quejándose de un dolor insoportable.
El referí arribo a l esquina y al ver semejante rostro miró al referí, este de inmediato detuvo el encuentro. Todos se quedaron consternados. Duran voltea a ver al médico y como por arte de magia el dolor desaparece, no me lo paren, no me la paren gritaba ondeando el brazo, estoy bien, puedo seguir ….
El daño ya estaba hecho. Duran llegó imnotizado ante el fantasma de Leonard, el “no más” regreso en forma de pesadilla. El gran regreso apareció truncado y un joven Irish “Pat Lawrol” levantaba la mano.
Le había ganado a uno de los mejores peleadores de todos los tiempos, atrás habían quedado aquellas grandes noches donde el del chorrillo había aniquilado a sus mejores rivales, atrás habían quedado aquellas manos que ponían KO incluso a los más fuertes. Atrás había quedado aquella velocidad y esos 4 pulmones.
Esto había sido solo una mala noche?
O había sido el ocaso del campeón ?
Saludos.