"A Monzón yo le ganaba"
Publicado: Jue Oct 25, 2012 4:51 am
Sergio Martínez aceptó la propuesta, se imaginó una pelea con el Negro y se vaticinó vencedor. “Carlos fue mi ídolo, pero yo apuesto por mí en todas”, afirmó.
Segundo día de raid de medios para Sergio Martínez (y eso que todavía falta la presentación de su libro Corazón de Rey, que será hoy, a las 12.30). Maravilla tiene huellas de una paliza en la que se lo nota más cansado que la noche del 15 de septiembre, tras haber bailado durante 11 rounds a Julio César Chávez Jr. y batallar en la última vuelta. La seguidilla de visitas a sets televisivos y entrevistas personales ya llevaba más de seis horas de zaranda y se le notaba en el cuerpo. “Entiendo de que es fruto del éxito y de una vida. Por suerte, ahora se enteraron de que antes de pelear con Junior yo tenía una carrera de 15 años como profesional. Ya no sé de qué más hablar, me hicieron tantísimas preguntas que tengo una galleta en mi cabeza. Creo que me preguntaron todo. Algunas genialidades y otras cosas que no tanto. ¡Al fin vamos a hablar de boxeo!”, reconoció con la guardia baja el campeón mediano CMB.
Habilitado el paso al salón Cabildo del Caesar Park de Recoleta, desde un gigantesco LCD se largaba la cuenta regresiva para los diez minutos de mano a mano. Maravilla recibió el Olé del 3 de octubre en el que (maravilloso fotomontaje mediante) compartió ring con su ídolo Carlos Monzón. Al ver la tapa, reconoció: “Sí vi la foto en Internet. Igualmente las comparaciones son odiosas, dicen...”. Entonces, el zurdo abrió el diario y vio la nota a doble página con la comparación entre ambos por parte de varios especialistas y no tuvo filtro: “¡A la pelota, eso no lo vi! Se pasaron... Muy buena foto, muy buena nota”.
-¿Qué hubiera pasado si lo tenías al Negro enfrente, en el ring del Luna Park como en esta foto?
-La mitad de la Argentina se va a enojar conmigo y la otra mitad también. Y hasta un puñadito de gente que me quiere. Pero yo apuesto por mí, por supuesto. Yo a Monzón le ganaba. En el ring del Luna, en Las Vegas, en el Madison, en Europa... Siempre me caractericé por decir: “Quiero llegar a ser el mejor, quiero ganar todos los títulos”. Y me decían loco. Por decir esto me van a tildar de loco o de otra cosa. Y eso que Monzón fue mi gran ídolo; por poco no le puse un altar en mi casa.
-¿Cómo le ganarías?
-A lo lejos y a los puntos, ja... Hablando en serio, ante un rival como Monzón, hay que pensar en 12 rounds, trabajando la distancia. Pero así como dije que a Chávez le pegaba hasta en el carnet de identidad y cumplí, digo que con Monzón sería una pelea extremadamente difícil porque era un rival extraordinario por su inteligencia y eficiencia. Pero ojo que yo tengo lo mío. Además, cualquiera que sube a un ring debe tener confianza en ganarle a cualquiera.
-¿Qué rival tuviste que se le pareciera?
-Como él, ninguno. Kelly Pavlik tenía quizás el físico grande, la velocidad, la potencia de Carlos. Pero le faltaba la inteligencia de Monzón. Pero él tampoco tuvo uno como yo. Por más que digan Rodrigo Valdez o Nino Benvenuti. Ni siquiera Mantequilla Nápoles, porque era extraordinario pero era un welter, demasiado chiquito. Mucha diferencia.Conmigo, moviéndome y con mi guardia zurda hubiera sido otra cosa. Qué lindo hubiera sido poder hacerla...
Segundo día de raid de medios para Sergio Martínez (y eso que todavía falta la presentación de su libro Corazón de Rey, que será hoy, a las 12.30). Maravilla tiene huellas de una paliza en la que se lo nota más cansado que la noche del 15 de septiembre, tras haber bailado durante 11 rounds a Julio César Chávez Jr. y batallar en la última vuelta. La seguidilla de visitas a sets televisivos y entrevistas personales ya llevaba más de seis horas de zaranda y se le notaba en el cuerpo. “Entiendo de que es fruto del éxito y de una vida. Por suerte, ahora se enteraron de que antes de pelear con Junior yo tenía una carrera de 15 años como profesional. Ya no sé de qué más hablar, me hicieron tantísimas preguntas que tengo una galleta en mi cabeza. Creo que me preguntaron todo. Algunas genialidades y otras cosas que no tanto. ¡Al fin vamos a hablar de boxeo!”, reconoció con la guardia baja el campeón mediano CMB.
Habilitado el paso al salón Cabildo del Caesar Park de Recoleta, desde un gigantesco LCD se largaba la cuenta regresiva para los diez minutos de mano a mano. Maravilla recibió el Olé del 3 de octubre en el que (maravilloso fotomontaje mediante) compartió ring con su ídolo Carlos Monzón. Al ver la tapa, reconoció: “Sí vi la foto en Internet. Igualmente las comparaciones son odiosas, dicen...”. Entonces, el zurdo abrió el diario y vio la nota a doble página con la comparación entre ambos por parte de varios especialistas y no tuvo filtro: “¡A la pelota, eso no lo vi! Se pasaron... Muy buena foto, muy buena nota”.
-¿Qué hubiera pasado si lo tenías al Negro enfrente, en el ring del Luna Park como en esta foto?
-La mitad de la Argentina se va a enojar conmigo y la otra mitad también. Y hasta un puñadito de gente que me quiere. Pero yo apuesto por mí, por supuesto. Yo a Monzón le ganaba. En el ring del Luna, en Las Vegas, en el Madison, en Europa... Siempre me caractericé por decir: “Quiero llegar a ser el mejor, quiero ganar todos los títulos”. Y me decían loco. Por decir esto me van a tildar de loco o de otra cosa. Y eso que Monzón fue mi gran ídolo; por poco no le puse un altar en mi casa.
-¿Cómo le ganarías?
-A lo lejos y a los puntos, ja... Hablando en serio, ante un rival como Monzón, hay que pensar en 12 rounds, trabajando la distancia. Pero así como dije que a Chávez le pegaba hasta en el carnet de identidad y cumplí, digo que con Monzón sería una pelea extremadamente difícil porque era un rival extraordinario por su inteligencia y eficiencia. Pero ojo que yo tengo lo mío. Además, cualquiera que sube a un ring debe tener confianza en ganarle a cualquiera.
-¿Qué rival tuviste que se le pareciera?
-Como él, ninguno. Kelly Pavlik tenía quizás el físico grande, la velocidad, la potencia de Carlos. Pero le faltaba la inteligencia de Monzón. Pero él tampoco tuvo uno como yo. Por más que digan Rodrigo Valdez o Nino Benvenuti. Ni siquiera Mantequilla Nápoles, porque era extraordinario pero era un welter, demasiado chiquito. Mucha diferencia.Conmigo, moviéndome y con mi guardia zurda hubiera sido otra cosa. Qué lindo hubiera sido poder hacerla...