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Oscar, jamás pensó que la victoria más grande de su carrera, sepultaría el amor de un pueblo, para siempre.

El pueblo mexicano nunca le perdonó y parece que no le perdonará, el haber derrotado al máximo ídolo del pugilismo mexicano.

Un boxeador como pocos, sin lugar a dudas dentro de los mejores de la historia, siempre luchó con la indiferencia que tan desafortunadamente tiene el fiel seguidor mexicano. Ese seguidor que menosprecia a los boxeadores mexicoamericanos, llamándolos “pochos” o comentando “es gringo”, ese seguidor de antaño, que quiere ver que todos sus ídolos, vengan de los extractos más humildes, y que se paseen por los barrios más pobres, regalando un poco de la “lana” que ganaron.

El público mexicano, parece consolarse con la teoría “Es que agarró viejo a Chávez”, demeritando sus victorias ante la casi perfecta máquina de lanzar golpes, como lo fue el gran campeón mexicano. Tratando de aminorar esa antipatía de toda una nación, el boxeador ganador de la medalla de oro en Barcelona 92, comentó en un par de ocasiones “Chávez en su mejor tiempo me ganaba”

Si los años ochenta fueron mágicos con los, Hagler, Leonard, Hearns, Tyson, el mismo Chávez, los noventa no quedaron a deber. Oscar no sólo dominó el lado comercial, sino el deportivo también. En realidad no se me viene a la mente, un boxeador al cual debió enfrentar y no lo hizo.

Ese desprecio hacia Floyd Mayweather, que tan evidentemente fue el mayor impulsor para las sumas ridículas que ganaba, no fue el detonante para lo que consiguió el gran Oscar De La Hoya. Un tipo, que siempre se mantuvo al margen de ridiculizar o menospreciar a sus rivales, siempre con una actitud sería, ganó adeptos gracias a su boxeo espectacular y vistoso. Ese boxeo, que realmente le gusta al aficionado mexicano, pero prohibido para él, por considerarlo un sacrilegio al haber profanado el templo de Chávez.

Para muchos, Oscar De La Hoya, solamente explotó el tener la doble nacionalidad. Pocos creen, o quieren creer su amor hacia la tierra de sus antepasados. Esa imagen mágica, ondeando dos banderas, uniendo a dos países que estando tan cerca, no pueden estar más lejos, simplemente fue utilizada como una estrategia comercial para acaparar ambos bandos.

Pasé mucho tiempo para revivir esa amarga derrota del ídolo. Estoy seguro que muchos trataron de excusar el paso del tiempo, con un video que años después salió, en el que se mira a un joven Oscar De La Hoya, siendo sparring de un sólido Julio Cesar Chávez, en el cual, el “JC” impone condiciones.
Después de casi 20 años, con más lona recorrida y dejando de lado ese patriotismo ciego. Hoy más que nunca, creo que en el mejor momento de ambos, Oscar habría salido vencedor.

No me considero ni más, ni menos mexicano por decir esto, al igual que Oscar, cuyo mayor pecado fue ganar su más grande contienda, para perder de manera unánime en contra del público, del que tanto cariño anheló.

Saludos
Por Manuel Real

Excelente artículo Manuel, ya se te extrañaba por aquí . Yo creo que no solo fue el haberle ganado, sino la forma en que lo hizo. El público mexicano reprocha aquella cortada con la que Julio subió al ring y casi culpan a Óscar de la misma, cuando fue el mismo Julio el culpable de ella.

Las teorías sin varias y van desde aquel cabezaso de Omar, hasta la que fue un bisturí quien la causara. Esto fue el acabose de quien podría también haber sido un ídolo en México como Oscar de la Hoya. Aún recuerdo que en su pelea con Tito , el pueblo de México estaba casi al 100% con el boricua . Nunca le perdonamos aquella pelea.

Saludos .

en estos tiempos ya se le odia menos hahaha y creo cada vez sera menos, digamos que porque apoya al boxeador mexicano

Manuel Real1 escribió: el gran Oscar De La Hoya. Un tipo, que siempre se mantuvo al margen de ridiculizar o menospreciar a sus rivales, siempre con una actitud sería, ganó adeptos gracias a su boxeo espectacular y vistoso. Ese boxeo, que realmente le gusta al aficionado mexicano, pero prohibido para él, por considerarlo un sacrilegio al haber profanado el templo de Chávez.

Mire Manuel Real, a la fecha, cada ya me cae bien Oscar de la Hoya y puedo platicar de el con nula animadversión (antes existía), pero aun asi tengo una versión distinta a la suya
tome este punto de su relato pues es en la parte que difiero y creo ahí en gran medida esta el no haber aceptado a Oscar de la Hoya en su momento. Una pelea con Julio donde distinto al respeto con el que se mostraba ahí no sucedió, paran aquel extraño combate y Oscarhace la señal de " me lo chingue" me lo Cogi, es decir hace esa mentada Roque señal que decimos en México, faltando totalmente el respeto a Julio CUando se vence a un grande por el paso del tiempo va y se le reconoce a su esquina y punto, y crece el que lo derrota esa noche sencillmante Oscar dijo me lo chngue. Y eso sumado a lo raro del combate (la cortada escondida) hizo no aceptar. Si a eso le sumamos lo que la prensa escrita al día siguiente hizo, fue inverosímil, narraban que lo había despedazado que nada pudo hacer julio, no se tocaba el tema de la cortada extraña del sangrar sin ningún golpe, era claro y tengo prensa guardada en todo momento (en aquello años me encantaba el boxeo) donde me queda claro que quisieron negar algo y sobredimensionar a Oscar, y luego del paso del tiempo con una facilidad aceptaron que si estaba truqueado el combate.
Que aclaro en este punto que es mas reclamable a Julio Cesar Chavez el haber subido a proporcionar ese fraude, es como toda proporción guardada ahora se hizo un show porque Manny subio con el hombro dañado ante Floyd.
Bueno vuelvo al punto la grosería que hizo en el ring a Julio, y la prensa y programas tratando de ocultar algo que sucediío me haría no aceptar a Oscar.
Hoy ya teritados los dos inlcuos participando en programas como golpe a golpe me gusta escucharlos y veo a un Oscar dela HOya muy respetuoso de Chávez y eso me gusta.
Pero si quise platicar mis motivos del Lobo en torno a Oscar que derivado de eso en su momentos no lo pudimos aceptar como Mexicano.