Una gran velada de boxeo
Publicado: Lun Sep 30, 2019 3:22 pm
PELEA DEL AÑO, UN ROBO INCREIBLE Y TNT
Por Juan Larena, desde USA
Errol Spence era el gran favorito en la pelea unificatoria del sábado. Su apodo es ¨La verdad¨ y la verdad fue que subió con una corona y bajó con dos. Pero la verdad verdadera, valga la redundancia, es que el gran favorito (10 a 1 en las apuestas) se encontró con un Shawn Porter dispuesto a darle la batalla más dura de su vida. El mejor boxeo de uno fue puesto a prueba por la agresividad del otro. El pleito fue de tome y traiga y como resultado el público que llenó el Staples de Los Angeles vibró con las emocionantes alternativas de la mejor pelea en lo que va del 2019.
Como era de esperar, Porter incorporó algunas de sus herramientas ¨prohibidas¨ al arsenal ofensivo, especialmente la cabeza en punta, en su imperiosa necesidad de meterse en la guardia de un hombre más alto y dotado de un nivel defensivo que había neutralizado con bastante solvencia los ataques de sus 25 rivales anteriores. Spence tampoco fue un ¨angelito¨ ya que disparó varios golpes bajos, como para poner de relieve que podía hacer lo suyo en el terreno sucio. En definitiva, las advertencias del árbitro Jack Reiss durante los primeros rounds lograron que las infracciones no pasaran de la raya. El combate fue creciendo en emoción hasta culminar con los 17.000 espectadores de pie en las últimas vueltas. Y fue precisamente en los llamados rounds de campeonato donde salió a relucir la combinación de esgrima y potencia de Spence. Fundamentalmente en el penúltimo round, con el gancho de izquierda que obligó a Porter a tocar la lona con un guante y dar lugar a la cuenta del referee.
En mi opinión, ganó Errol Spence en forma clara. Coincido con las tarjetas de 116-111 que anotaron el californiano Rey Danesco y el experimentado Steve Weisfeld, de New Jersey. Fuera de foco en cambio la del otro jurado proveniente de Jersey, Larry Hazard Jr (hijo del controversial comisionado de boxeo de ese estado) que lo vio predominar a Porter por tres puntos.
En concreto un combate extraordinario por la agresividad de Shawn Porter y los recursos con que Errol Spence sacó las papas del fuego. En cuanto al choque entre Spence (ahora monarca FIB y CMB) y el otro grande de la categoría welter, el campeón OMB Terence Crawford, por lo visto habrá que esperar. Las ambiciones de los respectivos promotores (dólares en cantidades industriales) y las diferentes plataformas de TV alineadas con cada una de las partes van a complicar bastante las negociaciones. Mientras tanto Pacquiao (actual titular de la AMB) especula con la posibilidad de enfrentar a Spence. Sería fácil de concretar porque tienen el mismo promotor (Al Haymon) aunque honestamente no creo sea recomendable para su salud. Hasta la propia esposa del filipino se opone a semejante reto. De cualquier forma, la presencia de Danny García en el ring, apenas terminada la lucha, parece señalarlo como próximo rival de Spence.
Y de la pelea del año pasemos al ROBO DEL AÑO. La víctima del asalto fue el ruso, Batyr Akhmedov, quien disputó la corona mundial peso ligero con el ¨Azteca¨ Mario Barrios (nacido en USA, de padres mexicanos). Pese a que Akhmedov había apoyado los guantes en el piso en dos oportunidades, producto de golpes justos por parte de Barrios (el cuerpo no tocó la lona, pero correctamente el árbitro le contó), el daño fue apenas temporario. El resto de la lucha se caracterizó por la constante presión que ejerció Akhmedov, descargando izquierdas y derechas desde todos los ángulos. Una paliza tan grande que, aun considerando las caídas sufridas en el cuarto y decimosegundo round, igual proyectaban al ruso como ganador por cómodo margen.
La decisión de los jueces fue unánime … pero disparatada, ya que se inclinaron por Barrios. La rechifla del público resaltó el disgusto ante un fallo increíble, tan increíble que en principio pensé que Jimmy Lennon había leído las tarjetas al revés. Un jurado declaró ganador a Barrios por dos puntos y peor fue lo registrado en las dos tarjetas restantes (115-111). Una vergüenza.
JOSESITO LÓPEZ y JOHN MOLINA se pegaron con alma y vida. López volteó dos veces a su rival en el primer round. Molina milagrosamente no sólo sobrevivió ese violento comienzo sino que entró a repartir de lo suyo en los subsiguientes, generando una guerra sin cuartel. A la altura del séptimo asalto ya eran los impactos de Josesito los que prevalecían y sobre el final de ese capítulo derribó a Molina por tercera vez. Innecesariamente, John volvió a la lucha en el octavo y el referee piadosamente paró la acción cuando arreciaron nuevamente los impactos, decretando la victoria de Josesito López por KO técnico.
DAVID BENAVIDEZ, que el año pasado había sido suspendido por un año y despojado de su título de campeón (cocaína, en un test sin aviso previo), volvió a ceñirse el cinturón de lo supermedianos (CMB) con su victoria sobre el veterano Anthony Dirrell. Aunque más corpulento y con mejor pegada, Benavidez se mostró lentísimo y falto de ritmo. Dirrell nunca pudo ponerlo en aprietos y encima sufrió un serio corte sobre el párpado derecho en el transcurso del sexto round. En el noveno su suerte estaba sellada, Benavidez lo castigaba a voluntad y el referee dio por terminado el encuentro. Para David Benavidez una victoria sin pena ni gloria. Tendrá que mejorar mucho para ser tomado en serio.
Quien en cambio demostró haber recargado dinamita en sus puños fue Fabián ¨TNT¨ MAIDANA, demoliendo en el primer round al discreto Ramses Agaton. El hermano del ¨Chino¨ Maidana vuelve a la senda del triunfo tras perder el invicto en forma inusitada ante Jaider Parra, en el mes de enero. Nada menos que en Argentina y en una función organizada por la empresa promotora de su famoso hermano. Mal entrenado, con problemas en el peso y otras complicaciones que trataron de explicar lo sucedido, muchos llegaron a dudar sobre su continuidad. Pero este retorno, donde lució precisión, potencia y buen movimiento, marca el comienzo de nueva etapa en su carrera profesional. Podría reaparecer antes de fin de año y el plan apunta a concentrarse en la categoría de las 140 libras.
Por Juan Larena, desde USA
Errol Spence era el gran favorito en la pelea unificatoria del sábado. Su apodo es ¨La verdad¨ y la verdad fue que subió con una corona y bajó con dos. Pero la verdad verdadera, valga la redundancia, es que el gran favorito (10 a 1 en las apuestas) se encontró con un Shawn Porter dispuesto a darle la batalla más dura de su vida. El mejor boxeo de uno fue puesto a prueba por la agresividad del otro. El pleito fue de tome y traiga y como resultado el público que llenó el Staples de Los Angeles vibró con las emocionantes alternativas de la mejor pelea en lo que va del 2019.
Como era de esperar, Porter incorporó algunas de sus herramientas ¨prohibidas¨ al arsenal ofensivo, especialmente la cabeza en punta, en su imperiosa necesidad de meterse en la guardia de un hombre más alto y dotado de un nivel defensivo que había neutralizado con bastante solvencia los ataques de sus 25 rivales anteriores. Spence tampoco fue un ¨angelito¨ ya que disparó varios golpes bajos, como para poner de relieve que podía hacer lo suyo en el terreno sucio. En definitiva, las advertencias del árbitro Jack Reiss durante los primeros rounds lograron que las infracciones no pasaran de la raya. El combate fue creciendo en emoción hasta culminar con los 17.000 espectadores de pie en las últimas vueltas. Y fue precisamente en los llamados rounds de campeonato donde salió a relucir la combinación de esgrima y potencia de Spence. Fundamentalmente en el penúltimo round, con el gancho de izquierda que obligó a Porter a tocar la lona con un guante y dar lugar a la cuenta del referee.
En mi opinión, ganó Errol Spence en forma clara. Coincido con las tarjetas de 116-111 que anotaron el californiano Rey Danesco y el experimentado Steve Weisfeld, de New Jersey. Fuera de foco en cambio la del otro jurado proveniente de Jersey, Larry Hazard Jr (hijo del controversial comisionado de boxeo de ese estado) que lo vio predominar a Porter por tres puntos.
En concreto un combate extraordinario por la agresividad de Shawn Porter y los recursos con que Errol Spence sacó las papas del fuego. En cuanto al choque entre Spence (ahora monarca FIB y CMB) y el otro grande de la categoría welter, el campeón OMB Terence Crawford, por lo visto habrá que esperar. Las ambiciones de los respectivos promotores (dólares en cantidades industriales) y las diferentes plataformas de TV alineadas con cada una de las partes van a complicar bastante las negociaciones. Mientras tanto Pacquiao (actual titular de la AMB) especula con la posibilidad de enfrentar a Spence. Sería fácil de concretar porque tienen el mismo promotor (Al Haymon) aunque honestamente no creo sea recomendable para su salud. Hasta la propia esposa del filipino se opone a semejante reto. De cualquier forma, la presencia de Danny García en el ring, apenas terminada la lucha, parece señalarlo como próximo rival de Spence.
Y de la pelea del año pasemos al ROBO DEL AÑO. La víctima del asalto fue el ruso, Batyr Akhmedov, quien disputó la corona mundial peso ligero con el ¨Azteca¨ Mario Barrios (nacido en USA, de padres mexicanos). Pese a que Akhmedov había apoyado los guantes en el piso en dos oportunidades, producto de golpes justos por parte de Barrios (el cuerpo no tocó la lona, pero correctamente el árbitro le contó), el daño fue apenas temporario. El resto de la lucha se caracterizó por la constante presión que ejerció Akhmedov, descargando izquierdas y derechas desde todos los ángulos. Una paliza tan grande que, aun considerando las caídas sufridas en el cuarto y decimosegundo round, igual proyectaban al ruso como ganador por cómodo margen.
La decisión de los jueces fue unánime … pero disparatada, ya que se inclinaron por Barrios. La rechifla del público resaltó el disgusto ante un fallo increíble, tan increíble que en principio pensé que Jimmy Lennon había leído las tarjetas al revés. Un jurado declaró ganador a Barrios por dos puntos y peor fue lo registrado en las dos tarjetas restantes (115-111). Una vergüenza.
JOSESITO LÓPEZ y JOHN MOLINA se pegaron con alma y vida. López volteó dos veces a su rival en el primer round. Molina milagrosamente no sólo sobrevivió ese violento comienzo sino que entró a repartir de lo suyo en los subsiguientes, generando una guerra sin cuartel. A la altura del séptimo asalto ya eran los impactos de Josesito los que prevalecían y sobre el final de ese capítulo derribó a Molina por tercera vez. Innecesariamente, John volvió a la lucha en el octavo y el referee piadosamente paró la acción cuando arreciaron nuevamente los impactos, decretando la victoria de Josesito López por KO técnico.
DAVID BENAVIDEZ, que el año pasado había sido suspendido por un año y despojado de su título de campeón (cocaína, en un test sin aviso previo), volvió a ceñirse el cinturón de lo supermedianos (CMB) con su victoria sobre el veterano Anthony Dirrell. Aunque más corpulento y con mejor pegada, Benavidez se mostró lentísimo y falto de ritmo. Dirrell nunca pudo ponerlo en aprietos y encima sufrió un serio corte sobre el párpado derecho en el transcurso del sexto round. En el noveno su suerte estaba sellada, Benavidez lo castigaba a voluntad y el referee dio por terminado el encuentro. Para David Benavidez una victoria sin pena ni gloria. Tendrá que mejorar mucho para ser tomado en serio.
Quien en cambio demostró haber recargado dinamita en sus puños fue Fabián ¨TNT¨ MAIDANA, demoliendo en el primer round al discreto Ramses Agaton. El hermano del ¨Chino¨ Maidana vuelve a la senda del triunfo tras perder el invicto en forma inusitada ante Jaider Parra, en el mes de enero. Nada menos que en Argentina y en una función organizada por la empresa promotora de su famoso hermano. Mal entrenado, con problemas en el peso y otras complicaciones que trataron de explicar lo sucedido, muchos llegaron a dudar sobre su continuidad. Pero este retorno, donde lució precisión, potencia y buen movimiento, marca el comienzo de nueva etapa en su carrera profesional. Podría reaparecer antes de fin de año y el plan apunta a concentrarse en la categoría de las 140 libras.