Y que conste que nunca he afirmado, ni aquí, ahora, ni en otra parte, antes, que Sacchi haya sido un míster ofensivo, es más lo he definido como el DT italiano que consiguió romper el tradicional catenaccio italiano, ese Milan que diseñó y dirigió ha sido el mejor equipo que ha pisado el césped de los campos de fútbol en muchos lustros.
Me alegra que seas vos quien desautoriza al desempleado, Krauser, ya que ha sido este ignorante el que ha traído a colación la blasfemia de que lo que Arrigo Sacchi planteaba en la pizarra táctica -y ejecutaba el AC Milan sobre el campo- era el pico mas alto del catenaccio
Como bien lo explicás vos en tu análisis, el juego del Milan era un futbol total, basado en una defensa en zona, ocupación de espacios y una presión asfixiante adelantada, eso se parece tanto al catenaccio como una supernova a un agujero negro xD
Luigi escribió:Obviamente Tepis, es una metáfora. Yo escribo con muchas metáforas. Un estilo de juego no tiene código genético. Lo de “ADN” es valido (como metáfora) porque el catenaccio fue engendrado en Italia.
En realidad Krauser, la gran creación de Sacchi fue convertir una fuerte defensa en contraataque activo, siendo versátil y facultativo, cuando la pelota caí a sus jugadores en terreno neutral; no improvisaban. Siempre formaba con 4-4-2, mientras los jerarcas del ataque juegan 4-3-3. Es decir, me parece exagerado definirlo como “DT agresivo” aunque el periodismo perore y Nicola se enoje. Su gran aporte fue darle al fútbol desdoblamiento. En aquella época los catenaccio´s jugaban al pelotazo con solo un delantero, o apostando al contraataque medianamente coordinado por el césped. Lo de Sacchi fue, por ejemplo, par a lo que hace hoy Mourinho (obviamente aprendió de el) convirtiendo la brisa en un vendaval de cuatro o cinco jugadores, que van al contraataque. Justamente siendo esos atacantes los que antes formaron parte de la defensa, o fueron ejes del mediocampo que sirvieron para la transición. El Milan de Sacchi, tenia un línea elástica defensiva con diagonales, marcación escalonada, marcación individual, pressing, velocidad, y contra-pressing en la zona central. Aun mas esencial: sostenía la escuadra hilada y ceñida, cuando el adversario atacaba, con el equipo corto verticalmente y amplio horizontalmente. En el momento del robo, triangulaban despistando, transformando las lineas en 1-4-4-2. Los volantes externos se cerraban delante de los dos volantes centrales, haciendo un 1-4-2-2-2 permitiendo la salida clara de los laterales, realizando triangulaciones y sobre-posiciones con ellos. Eso creaba un azote. Se desentendía de la fase contraofensiva promedio del catenaccio, puesto que ese Milan caí como un alud, mientras los rivales aun no habían vuelto.
Coincidimos en aquel debate (el último), que el tiki-taka puro, jugado por España, es defensivo. Un puro asedió medieval: “los ejércitos cercan el castillo, si no vienen....mueren dentro. Y si vienen, el ejercito invasor tiene ventaja al posicionarse en terrero superior, distribuyendo estratégicamente sus huestes.” A la hora de combinar para rematar sobre el arco, cuentan con una elasticidad técnica que los distancia del resto. A eso me referí con “saga ofensiva”, dado que la velocidad endemoniada que alcanza el balón en los ultimo metros, es incontestable.
La naranja mecánica de 1974 fue el equipo precursor del tiki-taka. Rinus Michels, presento los conceptos de velocidad, juego asociado y flexibilidad, que luego trajeron el fútbol de posesión utilizado por Cruyff en Ajax y Barcelona. El resto, como Rijkaard, ya venían con una base muy solida. Además considero al holandés del semblante de su compatriota Van Gaal, e incluso el mismo Cruyff siguiendo la linea neerlandesa; técnicos que gustan de la posesión, pero una dinámica y agresiva. En cambio Guardiola y Del Bosque, son de una tenencia onírica. El problema de ese sistema (el último), es que se puede dominar el juego por mucho tiempo con gran tendencia victoriosa, pero si pierden el balón en la ultima linea sufriendo un gol, les cuesta mucho remontar el marcador, debido a que por naturaleza no pueden acelerar el juego teniendo en contra al tiempo.